Estados Unidos terminó invicto la primera fase. El equipo dirigido por Steve Kerr se impuso a Jordania (110-62) en un partido que se decidió en los primeros minutos. Una gran oportunidad para que los últimos de la rotación -Bobby Portis, Cam Johnson y Walker Kessler- se quitaran un peso de encima.
El inicio fue un atisbo de lo que sería el partido. Una racha de 7-0 en los dos primeros minutos obligó a Jordan a parar el partido. Olvídense de quién está delante, esto es un partido de baloncesto», dijo el entrenador asiático, Wesas Al-Sousse, intentando que al menos disfrutaran del juego.
Por fin surgió el líder que buscaba Edwards. Trece puntos del base de los Timberwolves en los primeros minutos, el mejor junto al omnipresente Jaren Jackson, que fue un quebradero de cabeza para Jordan. 31-12 para acabar el primero.
En la segunda ronda, Hollis Jefferson volvió a maravillar al público con sus movimientos a lo Kobe, como ha hecho durante todo el torneo. El ex jugador de los Nets dio esperanzas a Jordan, que no le acompañó. Ingram seguía fallón, como durante todo el Mundial. Hollis-Jefferson estaba tocado por una torcedura de tobillo, pero lanzó tiros libres al estilo de los 24 de los Lakers, con todo el apoyo de Pavilion. Jordan empezó a perder turnovers.
Ingram, Reeves y Haliburton le castigaron desde la distancia de tres puntos. Jordan sólo recibía toques de Hollis Jefferson. Los estadounidenses se sentían cómodos, les gustaba y querían hacer más. Prácticamente doblaban a sus rivales, 62-33 al descanso.
El tercer cuarto fue para Brunson. El base de los Knicks empezó a entrar en juego. Se unió a Edwards en el gran show del tomahawk y animó al público, dejando dos buenos mates en los primeros minutos de Kessler.Con 87-46 se entraba en el último cuarto, ambos equipos sabían el marcador final.
110-62 fue el marcador final del partido sin ningún misterio. Estados Unidos Anthony Edwards sacó el martillo con la principal referencia (22 puntos, 8 rebotes) y ya está deseando que llegue la segunda fase’.
