En Manabao, Santo Domingo-Jarabacoa, un equipo del Ministerio de Medio Ambiente informó que avanzan las investigaciones de varios delitos que afectan zonas boscosas y los principales afluentes que alimentan el río Yaque del Norte.
Manuel Pérez, director del Departamento de Gestión y Manejo de Riesgos del Ministerio de Medio Ambiente, está trabajando con fiscales pertenecientes a la Procuraduría Especializada de Defensa del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (Proedemaren), de la cual Francisco Contreras es director.
En las inspecciones también participan funcionarios del Servicio Jurídico Ambiental y militares de la Secretaría Nacional de Protección al Ambiente (Sempa).
El equipo encontró varias violaciones ambientales en comunidades como Yakesillo.
El Ministro de Medio Ambiente, Miguel Ceará Hatton, ha dado instrucciones al Viceministerio de Áreas Protegidas, a la Administración y al Departamento Jurídico para que lleven a cabo todas las investigaciones necesarias y agoten los procedimientos operativos y legales correspondientes para abordar las violaciones medioambientales denunciadas en Manabao.
El Departamento de Medio Ambiente elogió a la comunidad de Manabao y a los medios de comunicación por su vigilancia en la protección de los bosques y las fuentes de agua en la zona adyacente al Parque Nacional José Armando Bermúdez.
El Departamento de Gestión y Manejo de Crisis del Ministerio de Medio Ambiente anunció que habían cesado todas las talas, derribos y podas en el proyecto cafetero propiedad de Juanito Jiménez de los Santos.
También descubrieron y paralizaron una operación de extracción de agua en un afluente que desemboca en el río Arroyo Frío, que se realizaba conectando sacos de arena y piedras a una tubería de 3 pulgadas.
También impidieron la construcción de viviendas a más de 1.600 metros de altura sobre el nivel del mar.
También supervisó la infraestructura de la central hidroeléctrica de Arroyo Frío, donde se inspeccionó la tubería y la toma y se encontraron varios defectos en las juntas de conexión de la tubería, lo que provocó importantes pérdidas de agua, así como la sobresedimentación de la toma de la central hidroeléctrica.
La Comisión sigue evaluando el impacto sobre la zona protegida y los humedales del río Arroyo Frío.