Washington, D.C. (OPS). El director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jalbas Barbosa, instó ayer a los líderes y tomadores de decisiones a priorizar la salud mental en la agenda política e integrarla en todos los sectores y políticas para abordar la salud mental en las Américas, que se deteriora tras la pandemia del VIH/SIDA-19. VÍDEO.
‘La salud mental de las personas en las Américas se ha visto gravemente afectada por la pandemia del EVIDS-19 y su impacto en nuestras vidas, economía y sociedad’, dijo el Dr. Barbosa en un informe preparado por la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y EVIDS-19 de la OPS, ‘La Una nueva agenda para la salud mental’, en una conferencia de prensa celebrada ayer para presentar el informe.
En las Américas, la salud mental ha sido históricamente una de las principales causas de discapacidad y muerte, representando alrededor de un tercio de los años vividos con una discapacidad, pero la pandemia ha aumentado aún más los factores de riesgo de problemas de salud mental como el desempleo, la inseguridad económica, el duelo y la pérdida.
A pesar de los altos niveles de problemas de salud mental en la región, la mayoría de las personas con síntomas no están recibiendo la atención que necesitan: en 2020, más del 80% de las personas con enfermedades mentales graves, incluida la psicosis, no estaban recibiendo tratamiento.
El director de la OPS subrayó que esta falta de acceso a la atención se debe a una serie de factores previos a la pandemia. Otro factor es la dependencia de la hospitalización a largo plazo, a pesar de que la mayoría de los problemas de salud mental pueden resolverse con atención en la comunidad.
Además, la escasez crónica de personal de salud mental capacitado y el acceso reducido a los servicios para las personas en situación vulnerable también agravan este problema.
Para abordar estas cuestiones, la OPS estableció una Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 en mayo de 2022. La Comisión, integrada por 17 expertos del gobierno, la sociedad civil, el mundo académico y personas con experiencia real en salud mental, elaboró un informe con orientaciones para la OPS sobre cómo promover la salud mental en la región durante y después de una pandemia.
El informe de la Comisión presenta 10 recomendaciones para mejorar la atención de la salud mental, entre ellas mejorar la salud mental a nivel nacional y supranacional, integrar la salud mental en todas las políticas y mejorar la cantidad y calidad de la financiación de la salud mental.
También incluyen garantizar los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental, promover y proteger la salud mental a lo largo de toda la vida, mejorar y ampliar los servicios y la atención de salud mental a nivel comunitario y reforzar la prevención del suicidio.
Las recomendaciones incluyen un enfoque de la salud mental que transforme la perspectiva de género, abordar el racismo y la discriminación racial como factores determinantes de la salud mental, y mejorar los datos y la investigación sobre salud mental.
Invertir en salud mental es fundamental para promover un desarrollo humano equitativo y sostenible que permita a todas las personas vivir con felicidad y dignidad», declaró la Presidenta de la Comisión y ex Vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell Barr.
Debemos recordar que la carga de la salud mental no es una lucha personal, sino una crisis de salud pública que requiere una acción urgente e inmediata.
Hoy no sólo publicamos un informe, sino una hoja de ruta, un faro de esperanza, para cambiar la forma de ver, tratar y dar prioridad a la salud mental en las Américas». Nestor Mendes, Copresidente de la Comisión y Secretario General Adjunto de la Organización de los Estados Americanos (OEA), añadió: «Ahora está en nuestras manos cambiar la forma en que abordamos la salud mental, especialmente a raíz de la crisis mundial que está teniendo un profundo impacto en la salud mental.