– Madrid, 1 de septiembre (EUROPA PRESS) – Un suelo pélvico débil, causa poco conocida de impotencia.
El suelo pélvico masculino está formado por una serie de músculos directamente implicados en el mantenimiento de la erección y la eyaculación del semen, explica Melanie Fernández Lago, fisioterapeuta especializada en urología y suelo pélvico.
‘En concreto, el cuerpo cavernoso del pene sobresale en la parte dorsal del pene y comprime la vena dorsal del pene, impidiendo la salida venosa y reduciendo la erección del pene’. Por este motivo, la disfunción del suelo pélvico puede afectar a la función sexual», añade un fisioterapeuta del Centro One Life.
La disfunción eréctil es cada vez menos tabú y se trata de forma más natural. Sin embargo, la disfunción eréctil es una afección de alta incidencia en España y, como ocurre con otras enfermedades, aumenta con la edad.
‘Entre los 25 y los 40 años es del 8,5%, pero a partir de los 70 supera el 50% de la población masculina. Eso significa que el 12% de los hombres de nuestro país tiene problemas para mantener una erección’, explica con motivo del Día Mundial de la Salud Sexual que se celebra el próximo lunes.
La disfunción eréctil tiene muchas causas: envejecimiento, enfermedad vascular, diabetes, hipertensión, estrés y depresión (cuanto más severa es la depresión, más severa es la impotencia, llegando al 90% en hombres con depresión severa), prostatectomía previa, tratamientos oncológicos como radioterapia o braquiterapia, ansiolíticos, anticolinérgicos, opiáceos, estrógenos y andrógenos y, en menor medida, debilidad muscular del suelo pélvico.
Los factores de riesgo asociados a la debilidad muscular del suelo pélvico en los hombres incluyen el sedentarismo, el tabaquismo, la diabetes, el sobrepeso, las enfermedades respiratorias, el estreñimiento, el levantamiento excesivo de peso (si no se controla adecuadamente la presión abdominal) y la cirugía abdominal o pélvico-anal.
En el caso de la disfunción eréctil o impotencia, es muy importante una buena historia clínica, la realización de cuestionarios como el IIEF (Índice Internacional de Función Eréctil) o el SHIM (Índice de Salud Sexual para el Hombre), la valoración de los factores de riesgo y la realización de las pruebas complementarias necesarias (análisis de sangre, orina, ecografía) por parte de un especialista.
‘Si existe una causa funcional del suelo pélvico para esta disfunción, la consulta de fisioterapia del suelo pélvico incluirá una anamnesis completa y una exploración física exhaustiva del complejo lumbopélvico (mediante electromiografía de superficie y ecografía funcional para valorar el estado y funcionalidad de los tejidos). Es importante señalar que, en estos casos, un enfoque multidisciplinar en el que trabajen conjuntamente la urología, la psicología, la nutrición y la fisioterapia es fundamental para la recuperación», afirma Fernandes.
Ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del suelo pélvico para hombres
Debido a las diferencias anatómicas, los ejercicios de fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico no son exactamente los mismos que los de las mujeres. Si bien es cierto que para las contracciones musculares generales del suelo pélvico, el orden es intentar detener el flujo de orina o retener los gases, si se quieren hacer ejercicios específicos a un nivel más superficial, por ejemplo intentar retraer el pene, el orden es diferente. Además, la electroterapia a nivel del pene, la estimulación basada en vibraciones y las bombas de vacío pueden utilizarse como herramientas para mejorar la funcionalidad de esta zona, combinadas con cambios de hábitos y ejercicios que fortalezcan la región lumbopélvica, pueden fortalecer el suelo pélvico masculino.
Además, es importante tener en cuenta que para que el suelo pélvico sea funcional y esté en buenas condiciones, es fundamental integrarlo en la rutina de ejercicios». Además, también sería importante entrenar adecuadamente todo el complejo pélvico lumbo-abdominal para que la presión intraabdominal se gestione correctamente».
Sin embargo, el ejercicio por sí solo no resolverá los síntomas. El apoyo psicológico y farmacológico, junto con el control de los factores de riesgo y un estilo de vida saludable, son esenciales para una mejoría significativa de los síntomas».