Nueva York, 12 sep (EFE) – El crítico de arte y coleccionista estadounidense Hamilton Easter Field encargó a Pablo Picasso en 1909 la decoración de una habitación de su casa de Brooklyn (Nueva York). Un encargo que nunca llegó a ver la luz y que decoró una habitación de su casa de Brooklyn es el tema de una nueva exposición sobre el genio malagueño en el Museo Metropolitano de Arte (Met), que dará el pistoletazo de salida al Año Picasso en Nueva York.
La exposición Picasso: Commissioning Cubism in Brooklyn, que se inaugurará el próximo viernes, contará sólo con algunos paneles y dibujos de Picasso, pero su comisaria jefe, Anna Jozefacka, espera que sirvan para «ampliar las expectativas de los visitantes sobre el cubismo».
Según informa EFE, Jozefacka, que también es historiadora de la arquitectura, estaba investigando la relación entre el cubismo y el espacio arquitectónico mientras disfrutaba de una beca en el MET entre 2015 y 2017 cuando se topó con la historia del encargo perdido de Field.
Field se adelantó a su tiempo y fue uno de los primeros admiradores estadounidenses del cubismo experimental de Picasso, a quien conoció en una visita a París en 1909 y encargó una serie de cuadros para decorar el estudio de su residencia de Brooklyn.
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Picasso aceptó, y un año después recibió una carta del estadounidense con varios dibujos que describían una habitación de tamaño modesto y el espacio en el que se colocarían los cuadros.
Como usted sabe, en cualquier caso le doy total libertad. Haga lo que crea más apropiado para esta habitación», escribió Field en francés. El documento ocupa un lugar (literalmente) central en la exposición del Met, colocado tras una vitrina en el centro de la sala, junto a varias fotografías del barrio en el que vivía Field y un relieve de madera que encargó para decorar la misma biblioteca.
Sin embargo, el coleccionista nunca llegó a ver la obra. Murió en 1922 antes de que Picasso pudiera terminar los paneles encargados. Los honorarios del encargo quedaron impagados y el artista vendió los cuadros a particulares durante muchos años después.
La carta que Field envió a Picasso en 1910, conservada en el archivo personal del artista, impulsó la investigación de Jozefakka. El resultado fue una colección de seis obras de tamaño extraño que insinuaban un destino truncado entre las puertas y las paredes del estrecho estudio del coleccionista.
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Una transición al cubismo más abstracto y una obsesión por el desnudo femenino.
Para contextualizar las imágenes de líneas y semicírculos casi indistinguibles sobre distintos tonos de marrón, los comisarios expusieron dibujos a carboncillo y óleos que mostraban la transición de la figura femenina en las obras cubistas de Picasso.
La muestra se suma a otras exposiciones en museos neoyorquinos como el Guggenheim Museum y el MoMA, y ofrece una nueva ventana a la obra del pintor español en el marco del «Año Picasso» promovido por Francia y España para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de Picasso en 1973.
Jorge Dastis
Por: efe
