Santo Domingo (Brasil) – El presidente Luiz Abinader se dirigirá a la comunidad internacional en momentos en que la República Dominicana ha ordenado el cierre total de la frontera con Haití y El discurso tendrá lugar.
De acuerdo con la Presidencia de la República, el discurso del mandatario está programado para las 19:00 horas en cadena nacional de radio y televisión.
El discurso del jefe de Estado será transmitido al país horas después de su visita a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, y días después de que ordenara el cierre de toda la frontera de 180 kilómetros con Haití por aire, mar y tierra.
Un día antes, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, había solicitado urgentemente al organismo mundial una dispensa humanitaria para el Gobierno dominicano por la actual disputa entre Haití y la República Dominicana sobre el acceso a una vía fluvial vital que comparten ambos países.
El conflicto ha provocado el cierre de 220 millas de frontera.
El Secretario General subraya la necesidad urgente de una exención humanitaria del cierre de la frontera para garantizar la continuación de todas las operaciones de la ONU en Haití», declaró el portavoz Stéphane Dujarric.
La ONU almacena parte de sus suministros humanitarios en la República Dominicana, y las agencias de ayuda de la ONU necesitarán acceder a estos suministros en caso de emergencia en Haití, donde la necesidad de ayuda está aumentando debido a la creciente violencia de las bandas y al hambre.
El jueves, el presidente dominicano, Luis Abinader, anunció que el país cerraría sus fronteras terrestres, marítimas y aéreas con Haití a partir de las 6 de la mañana del viernes.
Esta decisión está relacionada con la construcción de un canal de riego en el río haitiano de La Masacre, que según Abinader perjudicará a los agricultores dominicanos.
El río Masacre, en el noreste de Haití, es el lugar donde el dictador dominicano Rafael Trujillo masacró a miles de haitianos en 1937.
Sin embargo, su nombre deriva de una sangrienta batalla entre colonos franceses y españoles en el siglo XVIII. El río atraviesa la ciudad de Juana Mendes por el lado haitiano y la ciudad dominicana de Dajabón por el otro.
Recientemente, un grupo de agricultores y políticos haitianos reanudaron la construcción de un canal a lo largo del río, enfadando al gobierno dominicano. El Gobierno dominicano protestó contra una iniciativa similar del entonces Presidente Jovenel Moise en 2021.
Posteriormente, los dos países celebraron negociaciones y decidieron que ninguno de ellos actuaría unilateralmente en el proyecto del río. Moise fue asesinado poco después y la construcción se paralizó cuando el Gobierno haitiano no pagó a la empresa constructora del canal.
Además del acuerdo de 2021, el Tratado de Paz, Amistad Permanente y Arbitraje de 1929, firmado por los dos gobiernos, estableció el derecho de ambos países a un acceso justo y equitativo a todas las aguas fluviales a lo largo de la frontera.
A pesar de su turbulenta historia, Haití y la República Dominicana, que comparten la isla de Ispaniola, siguen dependiendo comercialmente el uno del otro.
Por ejemplo, Haití es el tercer socio comercial de la República Dominicana, y más de 10 mercados fronterizos en el lado dominicano constituyen una fuente de ingresos para decenas de miles de comerciantes haitianos. El viernes, Juana Mendes estaba tranquila, sin el bullicio habitual de haitianos montados en motocicletas y empujando carros por el puente del río Masacre hacia el mercado de Dajabón para comprar y vender mercancías.
Sin embargo, a pesar de la calma en el tráfico fronterizo, hubo cierta actividad cuando las autoridades dominicanas abrieron las puertas para deportar a los inmigrantes haitianos.
Un funcionario de la Oficina Internacional de Migración de la ONU declaró al Miami Herald que las expulsiones de inmigrantes haitianos aumentaron después de que se permitiera a 350 haitianos cruzar por Juana Mendes tras decidir voluntariamente abandonar la República Dominicana.
Otros 32 haitianos fueron expulsados a la fuerza.
Tanto a la ONU como a Estados Unidos les preocupa que este conflicto diplomático agrave la situación en Haití, donde la violencia de las bandas, los secuestros y los asesinatos han aumentado y muchos haitianos se encuentran en una grave crisis humanitaria sin alimentos.
También advierten de que el conflicto fluvial podría tener consecuencias nefastas para la población de ambos países, ya que haitianos y dominicanos mantienen fuertes lazos económicos entre los dos países vecinos.
En una publicación en las redes sociales, el líder del Partido Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas Maldonado, calificó las medidas de Abinader de «extremas» y dijo que ya han comenzado a tener un efecto «boomerang» en la República Dominicana, afectando el comercio con Haití y «para el turismo y la imagen general de «su país». creando un clima de tensión e incertidumbre mortal».
La decisión de cerrar la frontera en Abinader se produjo después de que el jueves fracasaran los últimos esfuerzos del Gobierno haitiano por aliviar las tensiones.
El viernes, el Ministerio de Asuntos Exteriores haitiano convocó al embajador de la República Dominicana, Farouk Miguel Castillo, y le pidió que explicara las acciones e intenciones del Gobierno.
En un comunicado emitido el viernes por la noche, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que el canciller interino Emery Profete Mirce se reunió con el embajador Miguel y expresó la desaprobación del Gobierno de «estas medidas desproporcionadas que tienen consecuencias negativas para las relaciones bilaterales.»
«También expresó su preocupación por la seguridad de los ciudadanos haitianos en la República Dominicana y pidió al embajador dominicano tomar todas las medidas para protegerlos», dice el comunicado.
El comunicado también dice que la delegación haitiana, que voló a Santo Domingo el miércoles para discutir el asunto, rompió las negociaciones bilaterales y regresó a casa el jueves «después de que el Presidente dominicano amenazara con cerrar las fronteras terrestres, aéreas y marítimas con Haití».
A principios de semana, Abinader anunció que congelaría los visados para los haitianos y cerraría la frontera si no se resolvía el conflicto.
El jueves cumplió su promesa y anunció que el ejército, la marina y las fuerzas aéreas dominicanas impondrían el cierre.
El Presidente dominicano también anunció una lista de nueve haitianos, la mayoría de ellos antiguos diputados y ministros del gobierno de Moïse.
Si Abinader, que aspira a la reelección y ha sido acusado de fomentar el sentimiento antihaitiano en el país para obtener el apoyo de los votantes, esperaba que su medida aliviara las tensiones, parece haber tenido el efecto contrario.
Los haitianos se burlaron de él en los vídeos de las redes sociales y el viernes lanzó una maratón de recaudación de fondos en nombre de la construcción de un canal en la cercana Fort Liberté.
Mientras los campesinos iban de puerta en puerta para recaudar fondos, otros hacían llamadas telefónicas para recaudar fondos. En un comunicado emitido el jueves por la noche, el Gobierno haitiano evocó su derecho soberano a tener «pleno acceso» al río Masacre.
También anunció su apoyo a la construcción del canal. Los haitianos también reaccionaron a la medida de Abinader, expresando su desdén mediante parodias y advertencias en las redes sociales.
Al menos un caso parece haber conducido a una detención. Según se informó el viernes, la policía de la República Dominicana detuvo al ciudadano haitiano Jude Charles, de 44 años, en el barrio de Santa Lucía de la ciudad de Santa Cruz.
