Madrid, 18 Ene (EUROPA PRESS) – Los virus del herpes podrían estar relacionados con la enfermedad de Alzheimer.
Un equipo de investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, centro mixto de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el CSIC, ha desarrollado un nuevo modelo de enfermedad de Alzheimer para dilucidar el papel del herpesvirus (HSV-1), uno de los factores de riesgo de la enfermedad.
Los resultados del estudio, publicados en Microorganisms, ponen de manifiesto la utilidad de las células ReN para estudiar la relación entre HSV-1 y la enfermedad de Alzheimer.
El estudio presentó resultados relacionados con el desarrollo de un nuevo modelo celular para estudiar la relación entre la infección por el virus del herpes simple 1 (VHS-1), que provoca lesiones en la mucosa oral, y la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia.
La posible implicación del virus en el desarrollo de esta enfermedad neurodegenerativa se enmarca en la hipótesis de la infección de la enfermedad de Alzheimer. Según esta hipótesis, la infección por determinados patógenos estaría implicada de diversas formas en la neurodegeneración específica de la enfermedad de Alzheimer.
En este contexto, el VHS-1 es uno de los candidatos más estudiados debido a su elevada prevalencia en la población y a su capacidad para persistir en las células del sistema nervioso durante largos periodos de tiempo.
Diversos estudios apoyan una posible relación entre el virus HSV-1 y la neurodegeneración del Alzheimer, lo que, de confirmarse, podría conducir a la búsqueda de nuevas estrategias de prevención y tratamiento para una enfermedad de tan alto impacto.
Recientemente, el laboratorio de María Jesús Brido, Profesora Titular de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), que lleva muchos años estudiando los efectos de la infección por VHS-1 en la enfermedad de Alzheimer, cambió la dirección de su investigación hacia estudios con la línea celular ReNcell VM.
Las células ReN son células progenitoras neurales humanas, células que son capaces de dividirse y, en determinadas condiciones, de especializarse y generar distintos tipos de células presentes en el sistema nervioso central humano a través de un proceso denominado diferenciación celular.
Los autores han inducido la diferenciación de estas células y han generado un cultivo heterogéneo de células compuesto no sólo por células neuronales, sino también por células gliales como células de sostén que desempeñan un papel importante en la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
Estas características de las células ReN nos permiten estudiar los efectos del VHS-1 teniendo en cuenta las interacciones que se establecen entre los distintos tipos celulares presentes en el sistema nervioso humano», explican los investigadores.
El principal objetivo de los investigadores era determinar si estas células podrían ser útiles para estudiar la relación entre el VHS-1 y la enfermedad de Alzheimer. Tras confirmar que los cultivos de células ReN, tanto diferenciadas como indiferenciadas, podían infectarse con el virus, los investigadores replicaron algunos de los experimentos realizados previamente en otras líneas celulares.
Como resultado, se observaron varias características asociadas a la enfermedad de Alzheimer, como la acumulación intracelular de péptido β-amiloide y proteína tau fosforilada, y alteraciones en el mecanismo de «reciclaje celular» conocido como la vía autofagia-lisosoma, fuertemente asociada a la patogénesis de la enfermedad de Alzheimer. se observaron cambios.
En conjunto, estos resultados respaldan el uso de esta línea celular en el desarrollo de una nueva plataforma para seguir estudiando la relación entre la infección por VHS-1 y la neurodegeneración del Alzheimer.
Las perspectivas futuras del equipo de investigación incluyen otros cambios asociados a la infección, como los cambios en el metabolismo del colesterol y la neuroinflamación, y el desarrollo de modelos 3D más complejos. Como explican los autores, «tales modelos no sólo preservan la diversidad celular antes señalada, sino que también reproducen estructuras que se asemejan más al cerebro humano, lo que nos permite entender mejor lo que ocurre cuando la enfermedad ataca.»
En conclusión, dadas las dificultades de estudiar el sistema nervioso y las limitaciones técnicas y éticas de los modelos utilizados hasta ahora para abordar el problema de la enfermedad de Alzheimer, es esencial explorar enfoques alternativos como los presentados en este estudio.
Los autores concluyen: «La prioridad es desarrollar modelos que reproduzcan mejor el entorno del cerebro humano, para que podamos entender mejor los misterios que encierra, tanto en la salud como en la enfermedad.»