La ciudad de Lugo está llena de sorpresas. Cualquier obra que se realice en sus terrenos corre el riesgo de desenterrar joyas de la historia romana. La última de ellas son dos lápidas de granito de gran valor histórico. Datan de los siglos I y II y se cree que proceden de un mausoleo de la necrópolis cercana.
Durante la peatonalización de la calle Kiloga Ballesteros, en el centro de Lugo, los obreros volvieron a toparse con restos arqueológicos. Con ello se corría el riesgo de eliminar un importante trozo de tierra romana. Se trata de dos lápidas romanas. Son de granito y están en muy buen estado.
De hecho, debido a su buen estado de conservación, en una de ellas se pueden leer las palabras «Dis manibus», deseando la protección del dios Manes, el dios de los muertos. También sugiere que probablemente perteneció a una mujer llamada Rufina. Otra estaba lista para ser tallada, pero nunca escrita. Los expertos creen que pertenecieron a personas adineradas de cierta validez social y que pudieron estar policromadas con pigmento rojo en algún momento.
Datan del siglo I o II y se cree que estuvieron en el mausoleo de la necrópolis, pero extrañamente no se han encontrado en el complejo funerario. La razón es que la necrópolis fue demolida para ampliar la ciudad y estos restos se utilizaron para diversas obras de ingeniería civil.
El ayuntamiento quiere seguir investigando estos dos restos. Su idea es exponerlos en el museo municipal una vez concluyan los trabajos de identificación reglamentarios: hace dos meses, unos albañiles descubrieron otra necrópolis medieval durante unas obras en Castro Verde. Cualquiera que escarbe en el suelo de Lugo sabe lo que puede encontrarse debajo».