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El Mar Menor aceptó 3.580 toneladas de nitrato y 19,7 toneladas de fosfato el 20 de septiembre

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Mulcha, 20 Sep (EUROPA PRESS) -. Un total de 3.580 toneladas de nitrato y 19,7 toneladas de fosfato entraron en el Mar Menor, según los datos de un informe de flujos publicado por el Ministerio para.

Mulcha, 20 Sep (EUROPA PRESS) -.

Un total de 3.580 toneladas de nitrato y 19,7 toneladas de fosfato entraron en el Mar Menor, según los datos de un informe de flujos publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y los Retos de la Población (Miteco).

Según este documento, el año pasado fluyeron a la laguna salada un total de 26,5 hectómetros cúbicos de contaminantes, de los que 7,5 hectómetros cúbicos procedían de inundaciones, 12 hectómetros cúbicos del acuífero y el resto (9,02 hectómetros cúbicos) del caudal normal.

La descarga de aguas subterráneas del cuarto acuífero fue de 10 hectáreas cúbicas, que contenían 1.930 toneladas de nitrato y 0,6 toneladas de fosfato.

Las entradas de fosfato se produjeron principalmente durante los episodios de inundación y escorrentía debidos al lavado de cultivos y al lavado de suelos «con alto contenido en fertilizantes orgánicos», así como a partir de balsas de purines y ramblas de la Sierra Minera.

Las entradas de nitratos, por su parte, se deben a la escorrentía procedente del Cuarto Acuífero, tanto en regímenes de caudales normales como en regímenes de caudales relacionados con avenidas, especialmente desde la rambla de El Albufón.

Durante la avenida de 2022, un total de 7,5 hectáreas cúbicas de aguas superficiales desembocaron en el río Mar Menor, vertiendo 18,5 toneladas de fosfatos y 456 toneladas de nitratos contaminantes. Con el caudal de referencia, desembocaron en el río 9 hectómetros, con 0,8 toneladas de fosfato y 1.194 toneladas de nitrato.

El informe señala que, en su estado actual, existe un «desequilibrio ambiental» en el Mar Menor, sobre todo debido a la «altura de esclusa» del cuarto acuífero, explicando que existe un caudal permanente en la desembocadura del río.

También señala que en la zona hay un «regadío intensivo» y que la infiltración se debe al entorno de lluvias y regadío, al aumento de la recarga del acuífero y al aumento de los niveles piezométricos.

Asimismo, se hace referencia a la extracción de aguas subterráneas mediante sondeos profundos para captar acuíferos inferiores, lo que ha provocado una «contaminación entre acuíferos». En consecuencia, la laguna sufre un «desequilibrio medioambiental».

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