Pamplona, 23 Sep (EUROPA PRESS)-.
La Asociación de Consumidores de Navarra Ilache ha alertado de los «abusos» que están sufriendo algunas personas en los servicios de mantenimiento de calderas de gas.
Según ha detallado, uno de los problemas más recurrentes son las «reparaciones defectuosas o desproporcionadamente caras». En otros casos, «calderas que funcionaban satisfactoriamente fallaron por no realizar las revisiones anuales». Algunos hogares pasaron casi un mes sin agua caliente a mediados de febrero por culpa de una reparación defectuosa».
En otro caso, «las repetidas reparaciones ineficaces dejaron la caldera inoperativa, lo que finalmente se resolvió tras la visita de un ingeniero del fabricante de la caldera».
Otra queja repetida en Irabu fue la «facturación desproporcionada de piezas». También hay quejas por los tiempos de reparación, que en algunos casos se consideran «excesivos en relación con la naturaleza de la reparación». La asociación señala que «curiosamente, la mayoría de los servicios de mantenimiento, a veces subcontratados a proveedores, sólo pueden cobrar las piezas de recambio utilizadas y la mano de obra transcurrido un tiempo determinado».
Por su parte, Ilache explica que los usuarios han acudido a la compañía de gas porque «sentían que estaban pagando un precio alto y vieron una oferta mejor» y querían cambiar de compañía de gas. Cuando comunicaron a su actual compañía que querían marcharse, «la empresa utilizó el servicio de mantenimiento como factor de retención».
Según la asociación, a pesar de que «la ley obliga a dar de baja los servicios adicionales cuando se interrumpe el suministro», «siguen produciéndose irregularidades en este sentido». «Cuando un cliente se traslada a otra empresa, es práctica habitual liquidar el saldo del servicio de mantenimiento anual, que puede ascender a casi 140 euros. En otros casos, sin comunicárselo al cliente, la compañía sigue cobrando mensualmente hasta final de año, y el consumidor se da cuenta en un momento dado de que está pagando a dos empresas distintas por el mismo servicio’, critica.
En principio, los servicios de enclavamiento ‘sólo se venden con contratos de mercado libre’, pero algunos clientes llegaron a Ilatxe al pasar del mercado libre a un plan de tarifa regulada, que ‘incluía el mantenimiento de la caldera y los costes asociados’.
Desde 2013, los consumidores tienen que hacer la revisión de sus calderas de gas natural cada dos años (con un plazo diferente para el gasóleo y otros combustibles). Antes era una vez al año. Sin embargo, hay algunas empresas y servicios de mantenimiento que «siguen cobrando por la inspección anual como si fuera necesaria o como si no hacerlo pudiera suponer un problema para el seguro en caso de accidente».
Sin embargo, «no hay que confundir las inspecciones de las calderas con las de las instalaciones de gas, que el distribuidor debe asegurarse de que se realizan cada cinco años».
En cualquier caso, Iratje recomienda que después de realizar una inspección o reparación de una caldera de gas, se solicite un informe de trabajo que describa los trabajos realizados.