Madrid, 5Oct. (Europa Press) -Los cambios psicológicos o de comportamiento pueden preceder a la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, según el médico de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), Luis Aguera Ortiz, durante el webinar “Trastornos leves de conducta como Precursores de la Demencia”, organizado por la Unión Española de la Enfermedad de Alzheimer y Otras Demencias (CEAFA).
Los médicos explican que los trastornos conductuales leves se refieren no solo a pequeños cambios de personalidad, sino también a síntomas psiquiátricos o conductuales que preceden al deterioro cognitivo.
Pero si bien la presencia de este tipo de trastorno no significa que haya un deterioro cognitivo, ” puede ser una señal de advertencia.””
En este sentido, señala que los síntomas neuropsiquiátricos de la demencia tienen una prevalencia de hasta el 97% en toda la enfermedad.
La neurodegeneración puede manifestarse no solo con cambios de personalidad, sino también con síntomas psiquiátricos o conductuales que preceden al deterioro cognitivo.
“No es raro que los pacientes con síntomas neuropsiquiátricos leves sin deterioro cognitivo reciban diagnósticos psiquiátricos como depresión sin considerar la posibilidad de tener una enfermedad neurodegenerativa subyacente que se ha pasado por alto”, detallan los expertos, lo que lleva a un diagnóstico tardío y una atención inadecuada.
Los síntomas psiconeurológicos aparecen en personas con trastornos conductuales leves al comienzo de la mediana edad o la vejez y es común que persistan de manera intermitente durante al menos 6 meses o más, “lo que representará cambios obvios con respecto a su carácter o comportamiento anterior”, comentan los expertos.
Durante su intervención, el experto explicó que existen 5 áreas de función psicológica que pueden afectar a estas personas: motivación, afecto, control de impulsos, coordinación social, pensamiento y comunicación.
Tratamiento farmacológico y no farmacológico
Los trastornos conductuales leves son útiles para evaluar los síntomas psiquiátricos como marcadores de las etapas preclínicas y progenitoras de las enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, “hasta ahora, las herramientas solo están disponibles cuando la demencia es clara y se necesitan otras herramientas, por lo que se ha desarrollado una pequeña escala (Lista de Verificación de Trastornos Conductuales Leves (MBI-C) – Cuestionario de Trastornos Conductuales Leves) para tratar de capturar estos cambios sutiles en pacientes sin demencia”, explicó el médico.
Finalmente, los expertos enfatizan que desde un punto de vista médico y clínico, la escala puede ayudar a estimar la prevalencia de este trastorno conductual leve, predecirlo y hacer parecer que puede haber trastornos cognitivos leves y síntomas que son susceptibles a terapias farmacológicas y no farmacológicas.
Además, también es una buena herramienta para la investigación neurobiológica. “Detectar etapas leves de esta enfermedad también puede ayudarnos a saber más sobre la enfermedad en su conjunto”, concluyó.’.