Madrid — El cineasta mexicano Alejandro Monteverde tardó ocho años en estrenar en julio Sonido de libertad, inspirada en la historia real de unos niños que fueron convertidos en esclavos sexuales. Con un presupuesto de 14 millones de dólares, no podía imaginar que la película recaudaría más de 250 millones de dólares en taquilla.
«La película ha estado casi cuatro años guardada por diversos motivos», explicó el director a EFE en Madrid durante la presentación del filme, que llega este miércoles a los cines españoles.
«Todavía estoy procesando lo que ha pasado con esta película, que recaudó más de 250 millones de dólares, y esto no deja de ser un fenómeno», ha admitido Monteverde sobre su tercer largometraje, tras Bella (2006) y Little Boy (2015).
La película está protagonizada por Jim Caviezel en el papel de Tim Ballard, un antiguo agente del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos que lo dejó todo para luchar contra el tráfico de niños. Lleva una década luchando para rescatar a niños de una trama mafiosa que pretende secuestrarlos y comercializarlos en redes sexuales.
Monteverde empezó inmediatamente a escribir el guión con Rod Barr.
Su investigación les llevó hasta Tim Ballard y, a medida que iban conociendo su historia, se dieron cuenta de que su realidad ‘eclipsaba’ la ficción que estaban escribiendo y tuvieron que cambiar por completo el proyecto.
‘Ballard ya ha salvado y salva la vida de cientos de inocentes.
Ver este artículo: ‘El sonido de la libertad’: ‘No es sólo una película que se queda en la mente del espectador’.
Fue Ballard quien pidió a Caviezel que apareciera en la película, y con él a un equipo internacional que incluye a Mira Sorvino, Kurt Fuller, Eduardo Verastegui, Bill Camp y el español Javier Godino.
Monteverde subraya que el hecho de ser una historia real siempre complica los proyectos cinematográficos. Para Monteverde, se complica aún más por el hecho de que los personajes estaban vivos.
En este caso, por cada diez páginas que envié, me devolvieron nueve. El proceso duró dos años, en parte porque era difícil encontrar las palabras adecuadas para un tema tan complejo».
Godino interpreta a un policía colombiano, un héroe anónimo basado en una persona real, que colabora con Ballard y ayuda al protagonista en la búsqueda de niños en la región de Cartagena de Indias y el Amazonas. Según Godino, estos terribles sucesos ponen a prueba tanto al público como al equipo de rodaje.
Tim Ballard y Manny en el estreno de El sonido de la libertad.
Todos conocemos a víctimas de abusos de una forma u otra. Y aunque la película «trata un tema muy duro», ofrece esperanza y «abre un diálogo muy importante en la sociedad», por eso gusta al público, subraya el actor español.
Monteverde asegura que lo que más le emociona es precisamente el hecho de que «el público siga abrazando la película».
Dice el director: «Visitar diferentes países y ver cómo diferentes culturas, por diferentes razones, han abrazado la película, para mí vale una pepita de oro».