Con las tasas de interés de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos en niveles no vistos antes de la crisis financiera de 2008, la era de las bajas tasas de interés parece haber terminado y la República Dominicana debe ajustarse en consecuencia. Proponemos aprovechar esta oportunidad para implementar medidas de austeridad que mitiguen el impacto de la inflación y las altas tasas de interés de los bonos del Estado.
La importancia de considerar el coste de los bonos del Tesoro de EE.UU. es que se utilizan como referencia con respecto al coste de la deuda en otros países, incluida la República Dominicana. Es razonable suponer que si la tasa de interés de los bonos del Tesoro estadounidense aumenta, la tasa de interés de la deuda de nuestro país también aumentará proporcionalmente. En la actualidad, cuando los pagos de la deuda suponen una carga cercana al 25% de los ingresos del Estado, esta cifra tiende a aumentar drásticamente si se mantiene la misma oferta de deuda por parte del Estado y los tipos de interés son más altos.
Una solución mejor, por supuesto, sería una auténtica reforma fiscal que aumentara los ingresos del Estado y redujera los costes de cumplimiento fiscal para los contribuyentes. Sin embargo, siendo realistas, tales reformas no se producirán hasta después de 2025 en el mejor de los casos, y dado el historial de reformas fiscales hasta la fecha, no hay garantía de que los ingresos fiscales aumenten significativamente.
La aplicación de medidas de austeridad en este contexto no sólo reduciría la necesidad de la República Dominicana de financiar más deuda, sino que también sería más rápida de aplicar y tendría un impacto inmediato en la mejora de las perspectivas de inflación local. Además, el Estado tendrá un mayor control sobre los efectos reales de las medidas y dispondrá de más tiempo para realizar ajustes sobre la marcha, como por ejemplo reversiones inmediatas si cambia la situación internacional en relación con los tipos de interés de los bonos del Estado.
Mientras que las necesidades de financiación exterior en 2024 se estiman en 240.000 millones de DOP, un recorte del gasto de alrededor del 1% del PIB representa una reducción de alrededor del 35% de la cantidad necesaria para cubrir el déficit presupuestario, más que suficiente para mitigar el impacto del aumento de los costes de endeudamiento, dada la situación exterior.
No creo que los recortes del gasto público sean la panacea para las finanzas del Estado, ni me tomo a la ligera la aplicación de medidas de austeridad. Pero la realidad es que la situación actual podría durar algún tiempo, y su impacto se extenderá mucho más allá del ajuste fiscal de la República Dominicana. Una vez se logre el ajuste y mejore significativamente el entorno externo que afecta a la deuda soberana, podrían levantarse las medidas de austeridad ahora en vigor”.