Desde la época del reinado de Rafael Leonidas Trujillo hasta nuestros días, la sociedad dominicana ha estado marcada por la usurpación del sistema por parte del sector de poder, particularmente el judicial.
En tiempos de Trujillo, el poder judicial fue dirigido por gerentes de conocidos bufetes serviles y ampliado por el sector conservador en el régimen del Dr. Joaquín Balaguer. Posteriormente, los sucesivos partidos políticos en la dirección nacional reprodujeron este modelo, a pesar de las reformas y la «modernización», y mantuvieron jueces parciales contra su propia impunidad.
La República Dominicana ha sido un país «único en su género», con «un
La República Dominicana es uno de los países que más multimillonarios ha producido en el mundo, a base del saqueo del patrimonio público y de los recursos destinados a proyectos estatales. La mafia partidista aprovechó su cercanía y posición en el gobierno de la época para urdir actos de robo y corrupción.
La manipulación del poder judicial para proteger y encubrir delitos de cuello blanco en el pasado y el presente ha superado a la de épocas anteriores. Funcionarios asociados a bandas malversaban fondos del Estado, sabiendo que no les pasaría nada porque su seguridad personal estaba protegida.
El peso implacable de la justicia cae sobre los pequeños robos y los delitos menores, mientras que los grandes robos contra la propiedad pública sólo se sancionan con el rechazo y el desprecio social».