Santo Domingo.-Aureliza Mateo, superviviente de cáncer de mama de 32 años a la que diagnosticaron un carcinoma de grado 3 en 2021, concede una emotiva entrevista en la que comparte su historia.
Su testimonio de lucha y superación trasciende las dificultades de la enfermedad.
Cuando el médico le comunicó la gravedad de su estado, Aureliza formuló inmediatamente la pregunta «¿Esto es cáncer?» y rompió a llorar.
En ese momento, su madre, que la acompañaba, también rompió a llorar, pero esta valiente superviviente hizo acopio de fuerzas y dijo: «No estoy segura».
La paciente informó a su madre de la importancia de seguir la evolución y realizar las pruebas necesarias para determinar el alcance de la enfermedad.
La familia de la superviviente, desolada por la noticia, permaneció a su lado. Le prepararon comidas, la cuidaron, su hermana le cortó el pelo y la apoyaron.
Me sometí a 16 rondas de quimioterapia: cuatro fuertes sesiones de quimioterapia cada 21 días y 12 semanales. La primera quimioterapia fue positiva y seguí el tratamiento prescrito por el hospital.
El tratamiento contra el cáncer incluía 16 quimioterapias, cuatro de ellas cada 21 días y 12 semanales. El primer tratamiento de quimioterapia requirió que la paciente permaneciera tumbada durante una semana.
Después, durante los cuatro meses de tratamiento, la paciente tuvo que trabajar muy duro para criar a su hija de dos meses y realizar sus tareas cotidianas.
Económicamente, la paciente tenía un seguro privado que cubría el 80% de los costes de la quimioterapia, pero pagaba la diferencia de 1.800 pesos dominicanos cada ciclo.
A continuación, la paciente se sometió a una intervención quirúrgica para extirpar la mama y el tejido adyacente, incluidos algunos ganglios linfáticos.
Afortunadamente, no tenía cáncer, aunque los médicos le advirtieron de la posibilidad de que se multiplicaran las células malignas.
En aquel momento, trabajaba, tenía permiso cuando empezó el tratamiento y tenía un seguro privado, pero por cada 21 días de quimioterapia, el seguro pagaba el 80% del coste y yo pagaba la diferencia de 1.800 dólares.
A pesar de las dificultades, esta valiente mujer mantuvo una actitud positiva y decidió cortarse completamente el pelo cuando empezó a caérsele debido al tratamiento. Incluso grabó un vídeo sobre ello en TikTok. Su fuerza y esperanza la ayudaron a superar los momentos difíciles.
Estoy agradecida por no tener cáncer. Pero tengo que cuidarme porque el cáncer es una célula reproductora, eso es lo que me dijeron los médicos».
Una vez superado el cáncer, Aureliza decidió someterse a una reconstrucción mamaria. Espera hacerse un expansor y después un implante al cabo de siete u ocho meses. Esta elección se basa en la importancia de la autoestima y el deseo de mirarse con confianza en el espejo.
A las mujeres que luchan contra el cáncer, esta superviviente les aconseja que no piensen en el cáncer como una sentencia de muerte. El cáncer es un proceso doloroso, pero puede superarse, subraya. Aprender a vivir con la enfermedad, aceptarla y seguir adelante son las claves para afrontar el cáncer.