En este día histórico en el que reafirmó su continuidad dinástica como heredera de su padre el Rey Felipe VI y de la monarquía parlamentaria española, la Princesa Leonor, que tomó la Constitución Española en el Palacio Real de Madrid se puso la mano en el pecho y dijo «confiad en mí» en sus primeras palabras.
El Gobierno español aprueba una ley trans que permite la reasignación de sexo en el libro de familia.
El juramento la legitima para asumir la jefatura del Estado sin necesidad de un regente en caso de muerte, abdicación o incapacidad de su padre, de 55 años. También juró fidelidad al Rey, subrayando que su lealtad no es sólo a su personalidad, sino también a lo que representa y significa: la unidad y permanencia de España.
Felipe VI tomó la palabra en este día de gran trascendencia para España, destacando precisamente que el juramento de su hija encarna la continuidad de la monarquía parlamentaria de nuestro país. Deseando larga vida y éxitos a la princesa, el Jefe del Estado brindó en honor de su hija desde la Mesa Imperial del Comedor de Gala del Palacio Real, ante unos 150 invitados.
Se dispusieron cubiertos de Alfonso XIII y vajilla de Juan Carlos I, y se sirvieron platos como consomé de pulpo, gallineta y mousse de chocolate negro.
Votos solemnes
Antes de estas palabras, la princesa, junto a sus padres, los reyes Felipe VI y Letizia, y su hermana, la infanta Sofía, de 16 años, juró solemnemente lealtad en las Cortes Generales.
Tras recorrer el casco histórico de la capital española en dos Rolls-Royce de época con techo de cristal, la familia real llegó al acto escoltada por la Guardia Real a caballo por un recorrido engalanado, entre constantes vítores del público y cantos de cumpleaños feliz a la Princesa.
La Princesa eligió un traje blanco, chaqueta y pantalón para la ocasión, que incluyó un desfile militar, el disparo de un cañón en su honor y saludos a numerosos poderosos y representantes de la sociedad civil.
La princesa Leonor de Borbón, como cadete de la academia militar en la que se está formando, acompañó el saludo con un alla orden mientras estrechaba la mano de los mandos militares.
La princesa recibió una larga ovación ante su familia y las principales autoridades del país.
Mientras, desde la Puerta del Sol, en el centro, multitudes con banderas españolas seguían la ceremonia en pantallas gigantes mostrando su apoyo a la monarquía, y se repartían pasteles decorados con el rojo y el amarillo de la enseña nacional.
Miles de personas esperaban fuera del palacio para saludar a la familia real en el balcón, entre ellos muchos turistas. Británicos como Christine y Peter Jones, por ejemplo, vieron pocos gritos y emoción en comparación con las celebraciones reales de su propio país en Londres.
Leonor recibió diversos regalos ese día, desde monedas y sellos conmemorativos hasta un aperitivo para la ocasión, servido en un centenario bar madrileño decorado con la bandera española.
También en Asturias se repicaron las campanas por Leonor, que ostenta el título de Princesa de Asturias, y en lugares del patrimonio cultural real de toda España.
Los abuelos de Leonor, el rey emérito Juan Carlos I, estuvieron ausentes tras abandonar España en 2020 en medio de una polémica que la familia real consideró inapropiada. Tampoco estuvieron presentes representantes de los grupos nacionalistas e independentistas catalanes, vascos y gallegos, así como parte de la coalición de izquierdas Sumar, que incluye a varios ministros del actual Gobierno contrarios a la monarquía.