Es una emprendedora que ha logrado salir adelante a pesar de las adversidades.
En Boca Chica, República Dominicana, hay una mujer que ha alcanzado nuevas cotas en su trayectoria empresarial, a pesar de los obstáculos. Hablar de María Estela Virilo de la Cruz es hablar de la resistencia, la pasión y el deseo de excelencia que caracterizan a las mujeres empresarias de todo el mundo.
María Estela encontró su verdadera vocación en el mundo de la repostería hace cuatro años. Al principio, su cocina era un laboratorio en el que experimentaba con sabores y texturas para crear delicias que despertaran los sentidos.
Sin embargo, su pasión fue a más cuando descubrió el Centro de Superación Gastronómica Supérate (CSGS), gracias al estímulo entusiasta de una amiga íntima. Este encuentro se convirtió en el punto de partida de su viaje hacia la excelencia culinaria.
El taller Mujeres SuperEmprendedoras se convirtió en una luz de desarrollo para María Estela.
El taller no sólo amplió sus conocimientos de repostería, sino que también la ayudó a descubrir su potencial, a cuidarse y a ver más allá de cualquier limitación que pudiera haber sentido alguna vez. A medida que sus conocimientos se afianzaban, su autoestima crecía.
Los cambios no se detuvieron en su cocina. María Estela decidió dar un paso valiente y formalizar su negocio como establecimiento comercial. Su marido, testigo de su constante evolución, bromeaba a menudo al respecto.
La decisión de María Estera le cambió la vida. Experimentó un cambio de vida de 180 grados en tres aspectos fundamentales: educativo, financiero y espiritual. El apoyo constante de Supérate no sólo le proporcionó una sólida formación, sino también un apoyo inquebrantable en su viaje empresarial.
María Estela agradece la oportunidad de participar en Mujeres SúperEmprendedoras.
No sólo la animó a crecer como empresaria, sino que también le dio las herramientas para superar sus miedos y empezar a correr hacia sus sueños.
Esta mujer trabajadora tiene grandes planes para el futuro: seguir adelante, remodelar su negocio y ampliar su tienda. Su confianza es inquebrantable y su visión, clara.
La pastelería, el arte culinario de elaborar postres y productos de panadería, es la pasión de María Estella y un medio de expresar su creatividad.
El pastelero es un artesano del gusto, un experto en la creación de recetas específicas que producen texturas y sabores excepcionales. Las habilidades del pastelero se reflejan en su capacidad para decorar pasteles y tartas, utilizando técnicas como el glaseado, el fondant y las decoraciones comestibles para crear obras de arte comestibles que deleitan la vista y el paladar.
María Estella ha aprendido a utilizar todas estas variables para garantizar que sus creaciones se horneen a la perfección y se doren. Además, la preparación de la masa y los rellenos es fundamental para su oficio. Constantemente experimenta con nuevos sabores, ingredientes y técnicas para sorprender a sus clientes con postres únicos y deliciosos.
La presentación también es una parte importante de la pastelería y Maria Estela es una maestra de la presentación artística. Sus postres son obras de arte que no sólo deleitan el paladar, sino también la vista. María Estela no sólo se ha desarrollado como pastelera, sino también como persona. Ha aprendido a cuidarse, a mirarse a sí misma y a reconocer su propio potencial. Su visión de futuro es crear un negocio establecido, que incluya panadería, pastelería y suministros para eventos.
Su mensaje a las mujeres es claro: «Quiero ayudar a las mujeres a ser empresarias».
El programa Supérate de la República Dominicana desempeña un papel clave en el apoyo a empresarias como María Estela.