Economicas

Incumplimiento del plan económico de Abinader

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El plan de gobierno presentado al electorado dominicano por el partido que actualmente encabeza la administración afirma en su primer párrafo que busca hacer historia y afirma además que el nuevo .

El plan de gobierno presentado al electorado dominicano por el partido que actualmente encabeza la administración afirma en su primer párrafo que busca hacer historia y afirma además que el nuevo modelo económico conducirá al bienestar y desarrollo nacional. Ese es el reto que tenemos por delante y la fortaleza que presenta este documento.

Cualquiera que sea nuestra valoración de los hechos, lo cierto es que el juicio del tiempo pondrá cada cosa en su lugar: una forma de garantizar que los electores dominicanos, que podrán elegir a sus candidatos en las elecciones de 2024, estén lo mejor informados posible para que puedan tomar la mejor decisión posible sin dejarse engañar por informaciones falsas Como.

El Programa de Gobierno para la Transformación 2020-2024 establece que la deuda pública se ha convertido en un grave problema que limita la calidad de vida de los ciudadanos dominicanos. Esta sentencia es una verdad que no merece ser discutida. Sin embargo, en los años que lleva gobernando el presidente de la República, Luis Abinader, la deuda nacional de agosto de 2020 a septiembre de 2023 es mayor que antes, ya que el saldo de la deuda aumentó de 39,178 millones de dólares a 55,015 millones de dólares, un incremento equivalente a 15,837 millones de dólares, Por cada mes que ha gobernado el presidente Abinader, la deuda pendiente ha aumentado en USD 428 millones, en lugar de disminuir.

El Plan de Gobierno también lamenta los intereses generados por la deuda pública, afirmando que aunque es una alta proporción de los ingresos fiscales, lo que ha ocurrido en los tres años y dos meses de su gestión es que la carga del pago de intereses de la deuda pública es mayor que en 2019. El año anterior a la pandemia, el pago de intereses representaba el 21,8% de los ingresos tributarios, mientras que ahora representa el 23,4%.

El saldo cada vez mayor de la deuda pública ha provocado un aumento en el pago de intereses, lo que evidencia el agravamiento de los problemas fiscales y restringe aún más la calidad de vida de los dominicanos, ya que los priva de recursos para financiar el gasto social. Esta situación es más evidente en la escasez de hospitales públicos.

Como se señala en un detallado artículo de opinión del reconocido economista Andy Dauhaya publicado en julio de 2023, el destino de la deuda a contraer se prometió que sería utilizado para gastos de reproducción, pero aparentemente no fue así, ya que más de 1.000 millones de dólares fueron a incrementar las reservas internacionales y y cerca de 300.000 millones de reales depositados como activos financieros en cajas de ahorro (Banco de Reservas).

Las propuestas del gobierno también cambiarían la estructura de la deuda por divisas, reduciendo la deuda en dólares y aumentando la del peso dominicano. Sin embargo, después de tres años en el poder, no ha habido cambios significativos en la composición de la deuda por moneda, y los cambios que se han producido en la deuda externa han sido neutralizados por la deuda interna. La deuda externa denominada en dólares se mantuvo en torno al 91,0%, mientras que la deuda interna denominada en pesos dominicanos aumentó en 5 puntos porcentuales entre 2020 y 2023.

En cuanto al compromiso de acercar la tasa de interés de los instrumentos financieros públicos para el mercado interno a la del sector intermediario financiero, el avance mostrado en la implementación del mencionado programa corresponde al pago de la tasa de Tesorería, que se redujo de 12.87% a 9.99%. El programa económico del partido gobernante establece que, para atajar el problema de la deuda, hay que mejorar la calidad del gasto público, que la tasa de crecimiento del gasto público sea la mitad de la tasa de crecimiento de los ingresos fiscales, que la deuda se destine a actividades que generen fondos para devolver la deuda y que se firme un pacto fiscal.

Hay varias formas de mejorar la calidad del gasto público, pero las dos que destacan cuando las políticas económicas favorecen la mejora de la calidad de vida de las personas son el gasto social y el crecimiento del gasto público a la mitad de la tasa de crecimiento de los ingresos fiscales. Sin embargo, se ha comprobado que el actual Gobierno presidido por Luis Abinader ha fracasado en ambos casos.

La relación entre el gasto social y el gasto total es un claro indicador de la calidad del gasto público: en 2019, el gasto social supuso el 46,5% del gasto total, pero en 2023 será el 46,4% si se siguen los créditos presupuestarios, lo que significa que hay un estancamiento en este parámetro y que el gasto social no ha mejorado en el actual Gobierno Esto indica que el gasto social no ha mejorado en el actual Gobierno.

En cuanto al hecho de que el gasto público sólo crece a la mitad del ritmo de los ingresos fiscales, entre 2021 y 2023, el gasto público creció un 39,73%, mientras que los ingresos crecieron un 39,35%. Esto muestra que el gasto creció al mismo o mayor ritmo que los ingresos, lo que es contrario al plan del Gobierno de que el gasto sólo crecería a la mitad del ritmo de los ingresos, violando así la meta de gasto.

El pacto fiscal fue anunciado en octubre de 2021, pero pocas semanas después, tras una fuerte oposición social, el Presidente de la República anunció que el Gobierno abandonaría la propuesta, afirmando que no era el momento de implementar reformas fiscales, a pesar de que el déficit fiscal superaba el 3,0% y la consolidación fiscal se debilitaba. El saldo primario es negativo, con un déficit presupuestario superior al 3,0% y que alcanzará los 31.937 millones de rands en 2022. Esto es un signo de debilidad fiscal y es en parte responsable de la insolvencia.

En el aspecto financiero, el Plan del Gobierno afirma que el tipo de cambio está sobrevalorado, critica la retirada de divisas por parte del Banco Central mediante la emisión de billetes monetarios y considera que la insuficiencia de las transferencias del Gobierno central al Banco Central ha provocado un fracaso en la recapitalización y un aumento del déficit cuasifiscal.

Sin embargo, en la realidad, se ha constatado que el tipo de cambio se ha revalorizado un 2,61% desde el 17 de agosto de 2020 hasta la primera semana de noviembre de 2023, en contra de la opinión del Programa de Gobierno de que el peso dominicano está sobrevalorado. Asimismo, la postura del Banco Central fue aumentar los valores en circulación, de R683,539 millones a diciembre de 2020 a R1,443,483 millones a noviembre de 2023. Una de las razones de este aumento es que el Gobierno, de conformidad con la Ley de Recapitalización, redujo la parte de las transferencias al Banco Central en el equivalente al 0,6% del PIB, cuando debería haber sido no inferior al 1,0% del PIB.

Otro logro en la aplicación del programa del Gobierno fue el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, aunque ensombrecido por el incumplimiento de los rangos de inflación por encima del techo entre 2020 y 2022 y del objetivo del 4,0% en 2023. 0 %, mientras que los resultados del PIB acabarán con una tasa de crecimiento inferior al 3,0 % durante el próximo año, ya que las políticas económicas pierden su capacidad de garantizar un crecimiento cercano al potencial de la economía.

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