VALÈNCIA (EFE/Eva Batalla). A la cineasta valenciana Ana Ramón le interesan las historias humanas y está de enhorabuena por su última pequeña película, un largometraje documental sobre las criptomonedas, Bull Run, que se ha proyectado en el Festival de Cine DOC2023 de Nueva York y ha sido nominado a los Premios Goya. El documental es una historia en primera persona y en clave de humor que aborda el fenómeno de las criptomonedas, con una narrativa y una presentación visual muy ágiles que incorporan las nuevas tecnologías basadas en internet, el lenguaje de las redes sociales y las grabaciones caseras.
En conversación con EFE, Ramón señala que la idea del documental nació durante un periodo de encarcelamiento, en el que se suspendieron los rodajes, y una época muy incierta, con una visión muy pesimista sobre el futuro del sector. Durante mucho tiempo, tuve un amigo que no paraba de decirme que debía comprar bitcoin, y yo le dije, no hay nada más que hacer, ¿por qué no lo compras?», recuerda. Además, coincidió con el momento bull run, la fase final de un mercado alcista en la que todas las divisas suben, y decidió entrar en este mundo por pura ignorancia, hasta que se convirtió en una obsesión.
Entonces, con la situación aparentemente fuera de control, la familia y su marido decidieron intervenir y la engañaron para que acudiera a un psicólogo. En ese momento, la cineasta decidió recuperar la confianza de la familia produciendo un documental sobre la fiebre de las criptomonedas. Era una buena excusa para continuar con su adicción al ‘trading’, es decir, a la compra y venta de estas monedas virtuales. Ramón es el guionista, director y protagonista de este documental. Todos los personajes de la película son sus allegados, a excepción de los expertos y personas en las que se apoya para desentrañar el complejo ecosistema de las criptomonedas.