Los vecinos de Los Girasoles aseguran que aún no se han recuperado de las inundaciones del 4 de noviembre de 2022.
Dos días después del paso de la tormenta tropical, Romita Pérez continúa sacando y trasladando las pocas pertenencias que se salvaron. Llena de impotencia, dijo que aún se recupera de los daños causados por el repentino aguacero del 4 de noviembre de 2022.
En declaraciones a este periódico, la anciana de 80 años se sinceró y describió el calvario que vivió el pasado sábado, diciendo. Nunca en mi vida había visto pasar algo así ese día. Mira, estábamos allí (señala su casa), el agua nos llegaba al cuello y tuvimos que levantar la cabeza para salvarnos».
La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados de Santo Domingo (CAASD), en concreto, tenía varias tuberías caídas, agujeros en el asfalto y barro por toda la carretera.
Por esta razón, el señor Pérez aprovechó para hacer un llamado a las autoridades estatales para que acudan al rescate de su comunidad, ubicada en la calle Avenida Monumental Este de Girasoles Primero.
Nadie viene a preguntar qué nos pasó. Somos huérfanos del gobierno’, enfatizó Pérez, claramente molesto por el giro de los acontecimientos.
Otra víctima.
Franklin Alberto Quesada, un joven de 23 años del mismo barrio, que se dedica al transporte de personas en moto, dijo que vive con su pareja y que ambos lo han perdido todo, destacando lo difícil que es hacerse con los víveres que se ha llevado la tormenta tropical.
No he dormido porque no tengo dónde quedarme. Es la casa que sacrifiqué para construir», dijo Quesada.
Quesada bajó el respaldo de su cama y su ropa a la débil luz del sol.
Para reconstruir su casa, tendría que trabajar al menos dos años. No quiero volver aquí», dijo Quesada a este periódico mientras le enseñaba las ruinas de su casa.