San Diego, EE.UU., 22 nov (EFE) – El muro del expresidente (ahora actual) Donald Trump en la frontera entre San Diego (EE.UU.) y Tijuana (México). Presidente), trabajadores y maquinaria pesada destruyeron el Jardín Binacional para continuar con las obras del muro de 9 metros de altura.
Los trabajadores de una empresa privada contratada por la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) del Gobierno estadounidense empezaron a limpiar el jardín antes del amanecer del martes, y en horas de la tarde ya habían instalado un muro de postes metálicos alternos de unos 18 metros (60 pies).
La valla fronteriza se levantó un metro dentro del territorio estadounidense en 1993, y el jardín se había cultivado junto a esa barrera a ambos lados de la frontera, por lo que los trabajos del martes casi acabaron con las plantaciones.
Lo único que quedó del jardín fueron algunos restos de valeriana, palmeras y col rizada.
Según el fundador del jardín, el activista Daniel Watman, funcionarios de ambos países inauguraron el jardín binacional en 2009 como símbolo del interés compartido por el entendimiento y la unidad entre los residentes fronterizos y los mexicanos y estadounidenses.
El huerto formaba parte del Parque de la Amistad, un espacio verde sin muros inaugurado en 1971 por la entonces Primera Dama Pat Nixon como símbolo de la amistad entre ambos pueblos.
Durante un tiempo, Wattman cosechaba verduras del Huerto Binacional los domingos y daba de comer a los indigentes, familias y emigrantes que acudían a la zona fronteriza junto a la playa.
Con la reciente ampliación en la zona del muro del lado del Pacífico, que comenzó durante el mandato del presidente Trump (2017-2021), el Parque de la Amistad quedó cerrado al público y dividido por tres muros paralelos de 9 metros de altura.
Inicialmente, la construcción del muro se detuvo, y como la afluencia de migrantes continuaba, el actual Presidente, Joe Biden, autorizó la continuación de la construcción a lo largo de la frontera con fondos previamente asignados por el Congreso, alegando que era para reparaciones.
Pedro Ríos, director del American Friends Service Committee en San Diego, dijo el miércoles a EFE que le preocupa que el muro fronterizo, que simboliza división, separación y distanciamiento, sustituya a los jardines, que han sido un símbolo de amistad, unidad y reconciliación entre los residentes fronterizos.
Explicó que el Jardín Binacional sirve para mostrar a los grupos que visitan la frontera desde distintas ciudades de EE.UU. cómo los residentes de ambos lados de la frontera comparten un interés común por la unidad en una zona en la que muchos agentes fronterizos se centran únicamente en la aplicación de la ley y la detención.
Ríos advirtió que el muro paralelo que destruyó el Jardín Binacional y el Parque de la Amistad, zonas donde las familias intentan cruzar la frontera, provocaría más muertes de migrantes.
El líder de derechos humanos lamenta que un proyecto que por décadas ha reunido a comunidades fronterizas con familias separadas por motivos de migración, termine con un sistema de muros paralelos que sólo traerá muerte a la zona.
Por: efe.