Se trata de una decisión histórica en la larga disputa entre Corea del Sur y Japón, informa nuestra corresponsal en Seúl, Clio Fioretti. La cuestión de las mujeres de solaz, eufemismo para referirse a la esclavitud sexual durante la ocupación japonesa, ha sido durante mucho tiempo un contencioso entre las víctimas, sus familias y el Gobierno surcoreano.
Las víctimas de las mujeres de solaz exigen al Gobierno japonés una disculpa y una indemnización. Tras décadas de procesos judiciales, Corea del Sur y Japón parecían haber llegado a un compromiso en 2015. El acuerdo pretendía poner fin a la disputa.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, pidió disculpas y prometió donar 8 millones de dólares a un fondo específico.
Sin embargo, muchos surcoreanos condenaron la falta de sinceridad de las disculpas y el propio Gobierno japonés dio marcha atrás. Como consecuencia, fueron las víctimas las que siguieron luchando, llevando su caso a los tribunales surcoreanos.
Sentencia del Tribunal Superior de Seúl
La sentencia anuló un fallo de un tribunal inferior que había desestimado el caso de las mujeres dos años antes.
El 21 de abril de 2021, al estudiar esta primera demanda civil presentada por un tribunal surcoreano contra Tokio, el Tribunal del Distrito Central de Seúl había desestimado las reclamaciones de las víctimas alegando que planteaban la inmunidad soberana de Japón y que hacerlo podría desencadenar un incidente diplomático. Sin embargo, el 23 de junio, el Tribunal Superior de Seúl dictaminó que es razonable que no se respete la inmunidad soberana en casos de actos ilegales […]. en caso de actos ilegales.
En consecuencia, se condenó a cada demandante a pagar unos 200 millones de wones (141.000 euros).
La sentencia del jueves del tribunal surcoreano es la segunda a favor de las mujeres de solaz. Sin embargo, Japón ya ha reiterado que no está obligado a cumplir la sentencia.
Según los historiadores, hasta 200.000 mujeres, en su mayoría coreanas pero también de otros países asiáticos como China, fueron forzadas a la esclavitud sexual por soldados japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
El asunto ha pesado durante mucho tiempo en las relaciones bilaterales entre Seúl y Tokio, que colonizó Corea entre 1910 y 1945.