LA HABANA, Cuba – Omarah Durand no ganó el oro esta vez. Omarra Durando, que había subido muchas veces al podio, fue descalificada. Cuando estaba a punto de entrar en la línea de meta, O’Mara soltó la cuerda que la unía a su guía, Yunior Kindelan. O’Mara llegó la primera a la meta, pero soltó la cuerda. …… O’Mara llegó la primera a la meta, pero el reglamento establece claramente que no se debe soltar la cuerda.
O’Mara soltó la cuerda antes de llegar a la meta y la dejó caer al suelo. O’Mara fue descalificada y, a pesar de su primer puesto, se quedó sin el primer premio, a pesar de ser la mejor. Todo porque soltó la cuerda que le servía de guía. O’Mara perdió su medalla el día en que Cuba rendía homenaje a Fidel Castro en el noveno aniversario de su muerte.
O’Mara perdió su medalla porque renegó de su guía. Fue independiente en la carrera, al menos por un momento, un breve instante, que debería ser castigado y condenado por el arbitraje. La ciega soltó amarras y siguió corriendo sola, sin la guía. O’Mara hizo lo que prohíben las normas.
O’Mara hizo lo que las reglas condenan. No pudo soltar la cuerda, lo que es punible y condenable según las reglas de la competición. Esta vez O’Mara no ganará la medalla de oro. El pueblo cubano dirá que la decisión fue injusta, sobre todo en este día en que se recuerda la muerte de Fidel Castro y, como ellos dicen, su eterno descanso.
Si O’Mara hubiera ganado la medalla de oro, se la habría dedicado a Fidel Castro, que murió hace nueve años, y quizás él la habría llamado a Santiago de Chile para dedicarle la medalla de oro al Comandante. O’Mara perdió su medalla de oro en el noveno aniversario de la muerte de Fidel. Es una gran pena que una mujer tan rápida no subiera al podio en la cima más alta de Chile. En Cuba, sólo alivia el dolor el hecho de que la derrota se produjera el día en que depositaban una corona de flores a Fidel en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.
Y si hubiera ganado, la voz de O’Mara debió de oírse en el acto, que tuvo lugar en la escalinata de la Universidad de La Habana. A altas horas de la noche, un delirante Laver le dijo que ese día, cuando Fidel ya no estuviera en el mundo, O’Mara dedicaría toda la gloria de su medalla al aniversario de la muerte de su comandante.
O’Mara perdió su medalla de oro el 25 de noviembre. El día de la muerte de Fidel Castro, O’Mara perdió su medalla de oro. O’Mara perdió su oro el día en que los comunistas cubanos recordaron con largas lágrimas la muerte de Fidel. Muy ligera, muy rápida, O’Mara perdió su medalla de oro. Muchos saboreamos la derrota, incluidos los comunistas que ya no podrán presumir del deporte revolucionario que trajo Fidel.
O’Mara no ganó la carrera. No fue intencionado, pero podría considerarse una falta, un obstáculo. Perder la carrera es un error si se mira con criterios morales, criterios morales revolucionarios. O’Mara no ganó la carrera por el país, por un gobierno que presume de él de la mañana a la noche. ¿Ha soltado O’Mara la cuerda atada a Fidel Castro?
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