Una comisión de investigación ordenada por el Gobierno británico afirmó el martes haber encontrado graves fallos en un hospital que permitió a un electricista condenado por asesinato mantener relaciones sexuales con un centenar de cadáveres durante 15 años sin ser descubierto.
Según Associated Press, la necrofilia del electricista David Fuller salió a la luz en 2020, cuando la policía reveló un vínculo entre él y el asesinato de dos mujeres mediante pruebas de ADN. Durante ese examen, la policía encontró millones de imágenes de abusos sexuales en su casa.
Entre las imágenes había vídeos en los que aparecía practicando sexo con mujeres y niñas muertas. Concretamente, en los depósitos de cadáveres de los dos hospitales del sureste de Inglaterra donde trabajaba.
Los delitos cometidos por David Fuller fueron realmente escandalosos, afirma el informe de 308 páginas sobre el caso del electricista. Sin embargo, las deficiencias en la gestión, la gobernanza, la reglamentación y los procesos, así como una arraigada falta de curiosidad, propiciaron un entorno en el que pudo cometer sus crímenes.
Esta no es solo la historia de un supervisor de mantenimiento eléctrico. Las víctimas de David Fuller y sus familiares tuvieron que ser estafadas repetidamente por personas de todos los niveles que eran responsables de su protección y cuidado.
Fuller, de 69 años, cumple cadena perpetua sin libertad condicional por dos cargos de asesinato. Al mismo tiempo, según los fiscales, cumple una condena de 12 años por docenas de casos de necrofilia a una escala sin precedentes en los tribunales del Reino Unido.
El objetivo de la investigación es averiguar por qué Fuller pudo salirse con la suya durante tanto tiempo. También es generar medidas para evitar que se repita.