VALÈNCIA. El nuevo Panamera es a la vez un deportivo y una berlina de lujo, y gracias a la suspensión Porsche Active Ride Suspension de nuevo desarrollo, ofrece una experiencia de conducción que establece nuevos estándares en términos de confort y estabilidad. El nuevo Panamera es a la vez un deportivo y una berlina de lujo, y gracias a la suspensión Porsche Active Ride Suspension, de nuevo desarrollo, ofrece una experiencia de conducción que establece nuevos estándares en términos de confort y estabilidad.
Coche deportivo y berlina de lujo, dinamismo y confort: esa es la definición del Porsche Panamera. El desarrollo del chasis supuso un reto considerable. La tracción óptima y la aceleración en curvas son objetivos que entran en conflicto con el confort de conducción y viceversa.
En el nuevo Panamera, la suspensión Porsche Active Ride opcional resuelve este conflicto. El sistema, que Porsche ha tardado seis años en desarrollar, permite al nuevo Panamera adaptarse a cualquier situación. Ingo Albers, Jefe de Sistemas de Conducción de Porsche, explica: «El vehículo se adapta perfectamente al circuito con un excelente control de los movimientos de la carrocería. El funcionamiento depende del modo seleccionado (Normal, Sport o Sport Plus), y las ventajas de este sistema se aprovechan en todos los modos.
La suspensión controla automáticamente el cabeceo y el balanceo en todos los programas. Esto mantiene la carrocería del vehículo nivelada. También ajusta la distribución de la carga en las ruedas en función del nivel de adherencia y, en el modo Sport Plus, reduce la altura del vehículo en las curvas a alta velocidad. Esto mejora constantemente el agarre. En las curvas, el Panamera se inclina hacia dentro como una moto y, para mayor confort, se inclina hacia delante como un helicóptero al acelerar y hacia atrás al decelerar. Otra función eleva la carrocería para facilitar la entrada y salida de determinadas zonas.
Su diseño no difiere mucho del de un chasis convencional. Normalmente, los estabilizadores reducen los movimientos de balanceo endureciendo los ejes. Porsche ha hecho innecesarios los estabilizadores con Porsche Active Ride. Esto permite, por ejemplo, que el Panamera absorba los baches de la parte delantera izquierda sin transmitir el movimiento al lado opuesto de la carrocería o a las ruedas delanteras. Esto da a los ingenieros más margen para mejorar el confort.
Sin embargo, el balanceo tiene que compensarse por otro lado. En los sistemas de suspensión convencionales, los amortiguadores amortiguan las vibraciones de la carrocería. Las nuevas suspensiones activas pueden hacer más que eso. Estabilizan el vehículo controlando cada una de las ruedas. Por ejemplo, pueden empujar rápidamente una de las ruedas contra la superficie de la carretera o hacerla retroceder hasta el paso de rueda. Para ello, cada amortiguador tiene una bomba hidráulica accionada eléctricamente que presuriza el aceite hidráulico a través de un circuito y controla activamente la extensión o la compresión. La unidad de control utiliza sensores para determinar cómo debe reaccionar el amortiguador. Los sensores analizan la aceleración de las ruedas y la carrocería, la suspensión y el movimiento del vehículo. A diferencia de los sistemas basados en cámaras, el sistema es eficaz en todas las condiciones de visibilidad y de la carretera.
La frecuencia de control es de 13 Hz y puede ajustarse hasta 13 veces por segundo. En teoría, con el diseño adecuado, los muelles dejarían de ser necesarios, afirma Albers. El sistema podría encargarse de absorber los movimientos irregulares. Sin embargo, esto consumiría mucha energía, por lo que el chasis está equipado con amortiguadores de aire de una sola cámara en cada rueda. Son aún más ligeros y eficientes que los muelles neumáticos de dos cámaras de la suspensión de serie.
Porsche Active Ride requiere una potente fuente de energía. En el nuevo Panamera Turbo E Híbrido, una batería de alto voltaje proporciona 400 voltios. Por tanto, esta tecnología no está disponible para vehículos con motor de combustión interna. Ya se está desarrollando una versión totalmente eléctrica que se introducirá progresivamente en futuros deportivos Porsche.
