Conocido en los círculos criminales como La Plumata o Johnny La Pluma, Johnny Oscar Charles Juan, que tenía un amplio historial delictivo, fue enterrado entre fines de semana, anécdotas, bullicio y alcohol.
Esto se ha convertido en una especie de cultura popular, y el espectáculo de criminales y hombres sexys despedidos por sus familiares como si fueran héroes que han dejado una huella positiva en el mundo es frecuente en algunas partes del país.
En redes sociales se han publicado videos de familiares y amigos de La Pluma rompiendo el vidrio de su ataúd, relatando anécdotas de su vida y siendo vitoreados por los presentes por ser paras (personas peligrosas), o al menos así los describen.
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Sin embargo, este no es el único caso de criminales enterrados en estas circunstancias. En otros vídeos virales en redes sociales, individuos han introducido drogas en la nariz del fallecido o le han rociado con cerveza.
Además, se han documentado actos vandálicos, algunos de ellos con disparos al aire y agresiones a dolientes y personas que acuden a los campos santos a visitar las tumbas de sus seres queridos.
Johnny La Pluma fue asesinado la semana pasada cuando era trasladado desde la cárcel de La Victoria al tribunal de San Pedro de Macorís en un vehículo de la Procuraduría General de la República por miembros de la Policía Nacional que le seguían la pista desde que escapó de sus custodios hace poco más de cuatro meses.
El conocido delincuente cumplía una condena de 30 años por varios hechos delictivos, entre ellos la muerte de cuatro personas en un incidente ocurrido en el Cruce de Guerra, Santo Domingo, en diciembre de 2018.
