Madrid, 20 dic (EFE) – A pesar de lanzamientos tan esperados como el último disco de los Rolling Stones, 2023 fue un año de convencer por unanimidad a crítica y público. Más que un año de grandes discos para convencer, fue un año de giras masivas sin precedentes y precios astronómicos.
En el caso de Beyoncé, que no salía de gira desde 2018 y ha ganado la cifra récord de 34 premios Grammy, hasta las entradas para la zona VIP que puso en el escenario se agotaron en minutos, con precios de 3.000 euros en Barcelona, por ejemplo.
En el caso de Madonna, incluso las zonas más alejadas del ruedo rondaban escandalosamente los 200 euros. En Estados Unidos, los asientos prioritarios costaban unos 1.000 dólares y el precio medio por entrada era de 250 dólares.
En el caso de Beyoncé y Swift, el espectáculo duró unas tres horas, pero los medios y el tiempo fueron generosos y el concepto estuvo bien pensado (Madonna y Swift se felicitaron por la ocasión).
Ambas artistas supieron sacar doble beneficio trasladando sus directos al cine y sacudiendo de nuevo la taquilla, reafirmando sus giras como un auténtico fenómeno.
Con todo lo generado por la venta de entradas de conciertos y cines, el marketing y sus grabaciones (con la reedición de sus álbumes ‘Midnights’ y ‘1989’ volvió a batir récords de audiencia), Billboard calcula que ha ganado más de 1.600 millones de euros.
Para reducir la huella de carbono y la contaminación generada por la gira, Coldplay eligió enormes recintos en varias ciudades para albergar más de una noche de conciertos y dar cabida a un público lo más numeroso posible.
Fue un movimiento kamikaze, a pesar de que se trataba de la primera gira de la banda desde 2016, que obligaba a los potenciales fans a alejarse de sus recintos de origen para disfrutar de los directos de la banda, cuyo último álbum había reducido su trascendencia musical. Sin embargo, al menos sobre el escenario, el cuarteto se mostró tan animado o más que antes, capaz de atraer a un público más joven.
A nivel puramente discográfico, 2023 puede pasar a la historia como el año en que se publicó el último álbum de The Rolling Stones. Titulado ‘Hackney Diamonds’, era muy esperado, en parte porque era la primera vez que la banda grababa material nuevo desde ‘A bigger bang’, de 2005 (en 2016 habían publicado ‘Blue & Lonesome’, una colección de versiones de blues).
Aunque el fallecido Charlie Watts participó en la producción de algunas canciones, en su ausencia, el álbum contó con el talento de grandes músicos como Paul McCartney, Elton John, Stevie Wonder y Lady Gaga. Como resultado, el álbum recibió críticas muy positivas y se vendió muy bien, especialmente en países como el Reino Unido y Alemania, donde alcanzó el número uno.
Latinoamérica siguió siendo uno de los países más pujantes a nivel internacional, con la sorpresa del repentino ascenso del mexicano Tumbado, pero el Álbum del Año ese año fue para Carol G, de Colombia. La gala de los Grammy Latinos, que coronó a Natalia Lafourcade y confirmó el renacimiento musical de Shakira, tuvo un giro muy femenino, EFE.
