Washington (EEUU), 21 Dic. Entre vueltas y revueltas en las negociaciones, se perfila en el Congreso estadounidense un esbozo de acuerdo sobre inmigración y seguridad fronteriza.
Las negociaciones entre la Casa Blanca y senadores clave no se han desviado de tres áreas principales: protocolos de asilo más estrictos, aumento de la seguridad fronteriza con más agentes y sistemas tecnológicos, y disuasión del viaje de los inmigrantes.
En una inusual declaración conjunta, el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer, y el líder de la mayoría del Senado, el republicano Mitch McConnell, afirmaron que las negociaciones avanzan. Se reunieron el miércoles para debatir formas de reforzar la política fronteriza y autorizar un paquete de ayuda de 110.000 millones de dólares para Ucrania, Israel y otras cuestiones de seguridad nacional.
Todos sabemos que tenemos problemas en nuestras fronteras. Nuestro objetivo es conseguir que se haga algo, en cuanto volvamos”.
McConnell dijo que las negociaciones siguen avanzando.
Con la ayuda a su país en juego, el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, declaró en una rueda de prensa en Kiev que confiaba en que Estados Unidos no nos defraudaría.
Veamos los temas que se están debatiendo:
Condiciones de asilo
Los negociadores se están centrando en el asilo, el sistema por el que Estados Unidos protege a las personas que sufren persecución en su país. Los senadores intentan garantizar que los inmigrantes con verdaderas razones para solicitar asilo puedan hacerlo, pero afirman que los funcionarios deben poder rechazar rápidamente a quienes no cumplan los requisitos.
Los críticos afirman que demasiadas de las personas a las que se concede asilo en la entrevista inicial finalmente no lo reciben. Sin embargo, debido al retraso acumulado en los tribunales de inmigración, para cuando se toma una decisión definitiva, muchos inmigrantes llevan años en el país, lo que dificulta y encarece la deportación.
Los senadores y la administración del Presidente Joe Biden están considerando endurecer el llamado criterio del miedo creíble utilizado en las entrevistas preliminares para determinar si un caso tiene probabilidades de prevalecer ante un juez de inmigración.
Los defensores de los inmigrantes sostienen que el nivel de miedo creíble es deliberadamente bajo, dado que los inmigrantes entrevistados huyen de situaciones desesperadas, carecen de representación legal y están conmocionados por el viaje.
Seguridad fronteriza.
Fue el Partido Republicano el que exigió negociaciones fronterizas y se negó a proporcionar ayuda a Ucrania a menos que Biden aceptara cambios en el ámbito del control de la inmigración.
Biden propuso inicialmente 14.000 millones de dólares para reforzar las fronteras en su paquete de seguridad nacional, pero los republicanos dijeron que esta cantidad era insuficiente. Quieren que los cambios fronterizos se consagren en la ley, en parte como respuesta al candidato presidencial de su partido, Donald Trump, que mantiene una línea dura en materia de inmigración.
Aun así, es casi seguro que miles de millones de dólares formen parte del acuerdo.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza se han visto desbordados por el número de inmigrantes que se entregan en busca de asilo. Biden había propuesto 350 millones de dólares para más agentes de la Patrulla Fronteriza, funcionarios de asilo, jueces de inmigración y personal de tramitación. Sus partidarios afirman que la financiación del sistema de asilo es esencial para aliviar la acumulación de trabajo en los tribunales de inmigración y, en general, agilizar el proceso.
Biden también ha propuesto 1.200 millones de dólares para funcionarios de Aduanas y Protección de Fronteras y para sistemas de inspección para detectar fentanilo.
El Presidente también ha propuesto financiación para las ciudades que acogen a un gran número de inmigrantes, pero los republicanos son reacios a financiar estas ciudades, dirigidas por demócratas que pretenden alojar y apoyar a los inmigrantes.
Reducir los flujos fronterizos
Senador tras senador salieron de la mesa de negociaciones pronunciando la misma valoración con cara de exasperación: la política de inmigración es algo complejo.
La política de inmigración es compleja. Hay que tomar millones de decisiones, explica el senador republicano James Lankford. Bajo cada gran idea hay 100 decisiones, y cada una de ellas es compleja”.
El senador demócrata Chris Murphy añade: “La gran idea es que hay que tomar una decisión. En otras palabras, si presionas a uno, te quedas con el otro. Así que lleva tiempo hacerlo bien.
Una de las cuestiones más difíciles es cómo disuadir a los emigrantes de viajar, especialmente en países azotados por las turbulencias, la crisis económica y la violencia de las bandas.
Los senadores han debatido formas de animar a los emigrantes a pedir asilo en sus propios países o en otros por los que pasen de camino a Estados Unidos antes de llegar a la frontera.
El gobierno de Biden ha puesto en marcha un sistema para animar a la gente a utilizar aplicaciones de teléfonos inteligentes para solicitar asilo.
Durante las negociaciones, la Casa Blanca ha insistido en mantener un sistema que permite la entrada en el país de 30.000 personas al mes procedentes de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití si tienen un patrocinador financiero y entran en avión.
Con ello se pretende reducir la confusión en la frontera y crear un sistema de asilo más ordenado y eficiente.
Sin embargo, los migrantes siguen llegando en cantidades sin precedentes: algunos días de diciembre, el número de personas que cruzaron ilegalmente la frontera superó los 10 000.
Cumplimiento de la ley.
Los negociadores se han topado con escollos a la hora de discutir cómo hacer cumplir la ley. Una posibilidad de acuerdo prevé fijar un número máximo de cruces fronterizos, aplicando medidas más estrictas una vez alcanzado ese número.
Con un sistema así, si hay demasiados cruces, las autoridades dejarían de aceptar solicitudes de asilo en la frontera, permitirían la deportación rápida de los inmigrantes que hayan entrado ilegalmente en el país y detendrían a algunos inmigrantes mientras se les interroga sobre sus solicitudes de asilo.
Según fuentes conocedoras de las negociaciones, que hablaron bajo condición de anonimato, los fondos del paquete también se utilizarían para reforzar la aplicación de la ley, incluso en los centros de detención.
A los defensores de los inmigrantes les preocupa que las nuevas restricciones no hagan sino aumentar la acumulación de inmigrantes al sur de la frontera entre Estados Unidos y México.
Dylan Corbett, director del Hope Border Institute, declaró a la prensa que México no tiene la infraestructura para hacer frente a esto.