Era 1992. España tenía un éxito olímpico que superaba con creces las expectativas de los más optimistas, la Expo de Sevilla al mismo nivel, el primer AVE, y el Barça se quitaba la espina de la Copa de Europa y ganaba la Liga in extremis con la remontada del Tete ante el Madrid en el Heliodoro. En Canarias, donde PSOE y AIC gobernaban juntos antes de la censura de 1993, los cazadores que encontraron piezas arqueológicas y de otro tipo en la montaña de El Tanque y las ofrecieron al Cabildo de Tenerife, la llamada Montaña de las Flores, se inscribieron con Se encontró una pequeña piedra alargada con forma de un extraño pez.
Desde el primer momento se suscitó una polémica entre los que consideraban el hallazgo auténtico y digno de relacionar la figura con la escritura tuareg tifinag y la posible presencia de los guanches y el pueblo púnico en Canarias, y los que lo consideraban un fraude. Los primeros fueron destacados por Rafael González Antón, entonces director del Museo Arqueológico de la isla, que la relacionó con el histórico pueblo Zanata y con el nombre de la roca que acabó haciéndose famosa, «Piedra Zanata».
La polémica se hizo muy intensa en los años 90 y ha permanecido latente durante los últimos 30 años, aunque poco a poco se ha ido apaciguando o adormeciendo: según ha podido comprobar DIARIO DE AVISOS, la mayoría de los historiadores consultados se resisten a exponer sus propias teorías o, si lo hacen, evitan enunciarlas. Mientras que muchos se inclinan por la falsificación, otros perciben una lucha entre eruditos, pero es imposible demostrar una cosa u otra, por ejemplo porque la radiación del carbono 14 es insuficiente para determinar su antigüedad.
Por desgracia, según Lorenzo Dorta, antiguo consejero de la isla que lo conoció antes del descubrimiento, Hunter se recupera actualmente de una dolencia física en un hospital de la isla. A pesar de la polémica, la piedra permanece expuesta en el Museo de Naturaleza y Arqueología (MUNA) de Santa Cruz de Tenerife, pero esta situación puede cambiar durante esta legislatura debido al nuevo modelo expositivo que el Gobierno insular pretende implantar en éste y otros museos.
José Carlos Acha, consejero de Cultura y Museos, ha reconocido este cambio en la visión del MUNA, pero ha subrayado que desconoce qué ocurrirá con la piedra de Zanata. De hecho, ni siquiera está seguro de que vaya a ser expuesta, y conociendo la polémica histórica (recuerdo su importancia y todo el revuelo que se montó en torno a ella en los años 90), se desmarcó de politizarla. Afirma que corresponde a los técnicos del museo decidir si se expone la obra y, en caso afirmativo, de qué forma y dónde. Sin embargo, cree que no se eliminarán muchos elementos.
El Sr. Acha insiste en la necesidad de modificar el estilo museístico actual y adaptarlo al siglo XXI. Centrarse en la mujer y utilizar las nuevas tecnologías para hacer de la visita una experiencia integral, impactante, más didáctica y motivadora.
Utilizando aplicaciones digitales y técnicas museísticas modernas, queremos hacer el museo más interactivo, donde los visitantes puedan ver las exposiciones en su contexto, interactuar con ellas, moverse según sus intereses y hacer preguntas durante la visita. Lo haremos en este museo y en otros que se presten a ello, como Cosmos, que es muy interactivo. Todos los museos gestionados por Kabildo tienen obras y exposiciones maravillosas; en el MUNA, por supuesto, las exposiciones tienen que estar bien conservadas, pero tienen que estar más contextualizadas y no ser sólo una experiencia de leer un texto, ver las exposiciones a las que se refiere el texto y decir: «¡Qué bonito! ‘ y luego pasar a la siguiente exposición, sino que tiene que ser una experiencia mucho más intensa. Por supuesto, se mantendrán itinerarios como las visitas escolares y los programas, pero no es lo mismo que interactuar, jugar y ser dinámico».
De este modo, el director regional cree que el MUNA y otros centros pueden cumplir mejor su principal objetivo: el desarrollo cultural a todos los niveles. Además, sostiene que los museos han abordado con acierto la sostenibilidad, pero que este salto digital por sí solo no es suficiente, y que también deben centrarse en la integración e inclusión de la mujer, mostrándola en diferentes etapas de su vida.
Este cambio de modelo, como muchas otras cosas en este periodo, convierte al teléfono móvil en una herramienta importante. Si vas a un museo, puedes descargarte una aplicación, acercarlo a una exposición y te mostrará toda la información sobre esa exposición. El móvil cobra vida y le cuenta la historia, juega con usted, le hace preguntas y le presenta otras exposiciones. Por ejemplo, los visitantes pueden ver cómo vivían los aborígenes en su aldea, con personas que se mueven y se refieren a los objetos de la sala. De este modo, el museo cobra vida. Sin embargo, esto requiere tiempo y planificación. Los mensajes deben abordar y seguir los parámetros de la participación de la mujer, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, nuestra relación con el medio ambiente y lo que ha ocurrido con los niños y las personas mayores a lo largo de la historia.
Debido a esta complejidad, prefiere evitar fijar una fecha para este cambio, aunque subraya que tendrá lugar durante este mandato.
Por lo tanto, aunque todavía no se ha tomado ninguna decisión sobre la piedra Zanata, lo que no se puede negar es que esta piedra sigue siendo un objeto desagradable en el que la polémica permanece latente, para nunca ser olvidada por los expertos. Por el contrario, algunos prefieren el silencio y el anonimato a mencionar la piedra.
En los años 90, González Antón asoció las inscripciones de una de las caras de la piedra con la escritura tifina (que, según otras teorías, se desarrolló después de la conquista).
En concreto, Rafael Muñoz Jiménez, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la ULL, planteó la hipótesis de que los púnicos utilizaron mano de obra bereber para establecer factorías en las islas.
En cambio, negacionistas como la Cátedra Cultural de Estudios Bereberes se apoyan en la opinión del erudito bereber francés Lionel Galand y su discípula Renata Springer, que Siempre han confiado en ellos.