En la víspera de Navidad, el 24 de diciembre de 2023, Andreina de León, Fabio García y sus cinco hijos fueron bendecidos por Dios en una gran carpa en la zona de Cuchuplam, en Manoguayabo.
La esperanza robada por las inundaciones de noviembre ha regresado hoy en forma de prosperidad al hogar de Andreina de León y su familia.
Este sábado despertó de una oscura pesadilla. Una de sus mayores esperanzas era cenar con su familia en Navidad. Sin embargo, la angustia provocada por la extrema pobreza ensombreció este sueño.
Esta desafortunada situación continuó hasta que un reportero de Listín Diario contó su conmovedora historia.
En la víspera de Navidad, el 24 de diciembre de 2023, Andreina de León, Fabio García y sus cinco hijos fueron bendecidos por Dios en una gran carpa en la zona de Cuchuplam, en Manoguayabo.
Aquí, justo delante de su casa, destruida por un ciclón tropical el 18 de noviembre, una mesa blanca cubierta por una enorme carpa estaba decorada con abundante comida.
Cerdo asado, pollo, morro de guandules, ensalada rusa y otros artículos que simbolizan la Navidad para los dominicanos, junto a decenas de vecinos que también fueron bendecidos con algunas de las bendiciones que Dios concedió a esta familia.
La humildad de estos seres humanos se reflejó en gestos de solidaridad y gratitud.
Andreina y Fabio se encargaron de distribuir estos alimentos a todos los que los necesitaban.
Esto es una bendición para nosotros. Una comunidad unida es una comunidad de Dios. Esto no es más que agradecimiento a Dios. Rezamos para que las bendiciones sigan llegando a esta hermosa familia», dijo Wilson Noe, pastor cercano a las víctimas, sobre los gratificantes momentos vividos.
Mientras, los protagonistas de la historia agradecen a la Presidencia por dar una solución inmediata.
Le damos las gracias [al Listín Diario] y a la Presidencia. Sin esta ayuda, no habríamos podido celebrar la cena de Navidad’, dijo Andreina entre lágrimas.
El banquete, organizado y dirigido por el ministro Joel Santos, de la Presidencia, dio a Andreina un momento de tranquilidad.
Sin embargo, la cardiopatía congénita que aqueja a uno de sus cinco hijos, que ahora tiene dos años, es un símbolo de sufrimiento.
La enfermedad me impide trabajar como enfermera. Si le dan calambres cuando no estoy, puede morir», se lamenta Andreina.
Para remediarlo, Santos dio instrucciones al Ministerio de Salud Pública para que concertaran una cita para el bebé lo antes posible y le realizaran el estudio correspondiente, ya que ni Andreina ni su cónyuge tenían recursos para pagar los elevados costes de un hospital privado.
Al igual que Andreina, otros pobladores se han visto afectados por el rápido crecimiento de la quebrada Arroyo Bonito (Chumplung).
Jesús Ramírez, compatriota de Fabio García y quien ha vivido sólo 15 años fuera de Andreyna, pidió a las autoridades en nombre de su circunscripción que se solucionen los problemas causados por el desbordamiento de este arroyo durante las tormentas.
Por favor, taponen la acequia. Tengo varias casas en alquiler, que son mi principal fuente de ingresos, y las vendo a dos pesos por culpa de la acequia», dijo Ramírez. Cuando este medio visitó la localidad, las huellas del desastre aún eran visibles a pesar del paso del tiempo.
Treinta días después de las fuertes lluvias que azotaron el país, las marcas de agua aún eran visibles en las paredes de las casas víctimas del barranco.
