Esta pasarela en Charles de Gaulle, cerca de la estación del teleférico, sufrió daños hace unos cinco años.
La pasarela de Sabana Perdida, en Charles de Gaulle, Santo Domingo Norte, perdió su funcionalidad hace unos cinco años, cuando fue golpeada repentinamente por un vehículo de gran tamaño, creando una gran cavidad en su centro.
Desde entonces, las demandas de los vecinos que la utilizaban a diario para cruzar la muy transitada calle Charles de Gaulle, y la publicidad que le dieron los principales medios de comunicación nacionales, no fueron al parecer suficientes para rehabilitarla.
Es increíble que después de cinco años ni siquiera se le prestara atención durante los tres años de la administración anterior y la actual», dijo Diana Batista, miembro de la comunidad de Sabana Perdida, a un periodista del Listín Diario.
Al igual que Batista, otros residentes de la zona expresaron su frustración por la pobre respuesta tanto del Ministerio de Obras Públicas como de la Alcaldía de Santo Domingo Norte (SDN).
En su opinión, la total indiferencia con la que se han venido quejando ha provocado su total rendición. Ya no quieren que se restaure porque se sienten ignorados.
No fue ayer cuando el puente hizo esto. No es ahora cuando exigen que vengamos a arreglarlo. De vez en cuando pasan los medios de comunicación y hablan de la situación del puente, que es necesario e importante para la zona de Sabana Perdida, pero no pasa nada. Nadie viene y nadie soluciona el problema. Así que lo que hemos hecho es acostumbrarnos y perder la lucha», confiesa José Luis Terrero, otro vecino de la zona.
Golpeados por las patanas
En un bulevar tan ancho y transitado, dicen, parece que no hacen falta aceras para garantizar la seguridad de los peatones.
Esto se debe a que, según sus cálculos, los desperfectos causados por los patines sólo hay que subsanarlos, y la base peatonal es resistente y no sufrió ningún daño en su momento.
No obstante, entienden que, dado que lleva casi cinco años sin utilizarse, debería realizarse un estudio en profundidad, dando el visto bueno a lo que queda y completándolo con lo que haga falta.
Lo más sorprendente es que las cuatro subidas al puente (que tiene un enorme agujero en el centro debido al impacto del patín) están completamente cerradas por una pequeña malla metálica soldada. Es decir, se está librando una guerra no entre el desconocimiento de las autoridades competentes, sino entre la indiferencia y la negligencia.
Los vecinos de Sabana Perdida consideran que tanto la ministra de Obras Públicas, Deligne Ascención, como el alcalde de Santo Domingo Norte, Carlos Guzmán, deben hacer frente a sus responsabilidades y rectificar esta situación.
Es poco probable que las autoridades responsables de rectificar este obstáculo menor esperen a que ocurra un incidente mayor para luego arrepentirse y apresurarse a rectificar un problema que puede corregirse con pocos recursos y que beneficiará a miles de ciudadanos de la zona, afirma la dirigente comunitaria Diana Batista.