Para hacerse realidad primero hay que soñar un sueño, y Cabo Rojo ya es un sueño; que durmió en el corazón de todos los habitantes pedernalenses – que de vez en cuando abrían y cerraban los ojos -, que nunca despertaban. En una de las decisiones más arriesgadas del gobierno, Luis Abinader apostó todo al desarrollo de Pedernales como centro turístico -porque era una deuda social impaga para mejorar la calidad de vida de los trabajadores fronterizos- y a convertir a Cabo Rojo en un destino turístico. centro.
El motor económico de Enriquillo. la región y todo el Sur; promover el desarrollo desde cero, de manera clara y planificada; cumple con los más altos estándares internacionales de sostenibilidad ambiental y desarrollo inclusivo. En otras palabras, todo es hermoso; De hecho, 304 kilómetros separan a Cabo Rojo de todo… literalmente de todo.
La llegada ayer del primer crucero con 2.555 turistas constituye un hito trascendente, respaldado por otros muchos logros. Sin duda, el primero de ellos es poder constituir un equipo de recursos humanos técnicamente competentes, con un alto nivel de dedicación y compromiso, que desde la Junta Directiva de la Unión Industrial-Tu – liderada por Sigmund Freund – supo conceptualizar, diseñar y gestionar alianzas. , movilizar recursos e implementar un plan maestro socializado con las comunidades y ambientalistas, para garantizar que el modelo de desarrollo propuesto siga siendo consistente con la planificación y la intención originales.
La llegada de este primer crucero nos habla también de la visión de la Autoridad Portuaria Dominicana, su director -Jean Luis Rodríguez- y todo su equipo, quienes han sabido plasmar creatividad en la implementación de decisiones presidenciales; la credibilidad que la propuesta de desarrollo del gobierno inspira en el sector privado, que ha convencido a una de las principales líneas de cruceros del mundo a cooperar con el Estado para realizar este sueño; el grado de integración de todos los ministerios y agencias responsables de proporcionar servicios básicos como carreteras, energía, agua, salud, seguridad, finanzas, capacitación, etc. ; Pero sobre todo, todo habla de la visión de Estado del presidente Abinader, quien vislumbró evolución en medio de la inestabilidad, y de su valentía, porque no dudó en luchar por ella. Hay muchas cosas que hacer.
Necesidad de construir más instalaciones y servicios para los turistas; acceder a infraestructura que maximice su tiempo de ocio y lo convierta en una experiencia memorable; Establecer redes con la comunidad y sus residentes. El mayor desafío siempre será lograr que el desarrollo llegue a los pedernales, involucrándolos en la cadena de valor que se crea en torno al turismo, así como crear capacidades locales, fortalecer el tejido comunitario y hacer de Pedernales un lugar digno de visitar. conocer y consumir sus productos culturales.
Han sido tres años vertiginosos, trabajando contra reloj y contra todo pronóstico de éxito; pero ayer, con la llegada del Norwegian Pearl, más que un crucero lleno de turistas, llegó a Pedernales un barco lleno de esperanza.
