El notable jinete dominicano ha logrado demostrar sus cualidades bajo el mando de Bakogan de St. Jean ejemplar, del equipo que dirige el famoso mexicano Mario Oñate El joven Manuel Fernández Haché tuvo un gran año con sus presentaciones en concursos nacionales e internacionales, ganando premios y cantando el himno nacional dominicano en eventos donde elevó el perfil de la República Dominica. Nono, como la conocen su familia y amigos, es una de esas personas que nacieron con el deporte en la sangre, lo que les abrió el camino para triunfar.
Durante el año pasado, el calendario de competiciones estuvo muy ocupado, con eventos de gran calidad. Se centró en un centro de entrenamiento en México, donde realizó sus estudios universitarios, compartiendo con los mejores corredores de diferentes países. Fernández Haché alcanzó el éxito en los exigentes deportes de la equitación y el salto.
Pero normalmente no depende del corredor, éste debe tener un gran amigo que lo ayude en las competiciones. Este deporte parece muy sencillo a primera vista. Sin embargo, para un jockey (jinete), montar a caballo no sólo significa gran fortuna y fama sino que también tiene gastos inimaginables.
Por lo general, en este tipo de competiciones el caballo es el mejor compañero del jinete. Comenzó con la pasión por los caballos. Según la tradición, su padre, Arístides Fernández Zucco, amante de los caballos desde muy pequeño, quien era rodeo, saltador y jinete de enduro, lo introdujo en este mundo, donde su abuelo materno, Kalil Haché Malkun, fue un maravilloso , persona apasionada y polista mundialmente famosa en su vida.
A los dos años empezó a montar y entrenar caballos. A los 6 años comenzó a saltar en el centro ecuestre Nítram, propiedad de su padrino Martín Haché.