De nada valieron las advertencias o “amenazas” hechas por el presidente de la República para que el microtraficante, “Kiko la Quema”, se entregará a las autoridades, a más de dos meses de declarar como prófugo de la justicia.
El pasado 21 de enero se cumplieron dos meses desde que las autoridades iniciaron la búsqueda de José Antonio Figuereo Bautista, conocido bajo el apodo “Kiko la Quema”, sin que se conozca aún detalles de su paradero.
Específicamente, el 21 de noviembre la Policía Nacional activó un operativo para dar con su paradera, tras ser colocado como un supuesto líder de una banda criminal en San Cristóbal, la cual se dedicaba al microtráfico de estupefacientes.
Sin embargo, dos meses después, el presunto delincuente de 45 años se mantiene prófugo a pesar de ser “altamente peligroso” según la Policía Nacional, dado que está acusado de cometer homicidios, robos, secuestros, asesinatos, microtráfico, cobros compulsivos, extorsión, tráfico de armas, invasión de terrenos y lavado de activos.
Los informes policiales señalaron que la banda de Kiko la Queda operaba en varias comunidades de San Cristóbal, sobre todo en su municipio natal, Cambita Garabitos, pero a pesar de las búsquedas no han dado con su ubicación.
A quien sí capturó el cuerpo castrense fue a dos hombres quienes el Ministerio Público acuso de pertenecer a la organización criminal de Kiko la Quema, identificados como Elvi de la Rosa de León y Ángel Miguel Figuereo, este último hijo del cabeza de la banda.