Washington, 28 ene (EFE).- La exembajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas Nikki Haley, candidata a la presidencia republicana, criticó este domingo al expresidente Donald Trump por intentar sabotear las negociaciones en el Congreso para cambiar el asilo. y reforzar las fronteras. Lo último que debería decir Trump es que necesitamos […] Washington, 28 (EFE).- La exambajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley, aspirante a la nominación presidencial republicana, ha criticado al presidente Donald Trump por intentar sabotear las negociaciones en el Congreso para cambios en el sistema de asilo y reforma fronteriza.
Lo último que Trump debería decir es que debemos esperar hasta después de las elecciones para aprobar un acuerdo fronterizo. ‘No podemos esperar un día más’, dijo Haley en una entrevista en NBC. Durante semanas, senadores demócratas y republicanos han estado negociando un proyecto de ley de inmigración que repite muchas demandas conservadoras para facilitar la deportación de inmigrantes y obstaculizar las solicitudes de asilo.
El contenido del proyecto de ley aún no se ha hecho público, pero los senadores dijeron que esperan que se presente la próxima semana. El Senado, controlado por los demócratas, está listo para aprobar el proyecto de ley y el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que estaría dispuesto a firmarlo. Sin embargo, los republicanos en la Cámara de Representantes, donde tienen mayoría, han expresado su oposición y, además, Trump les ha pedido que rechacen cualquier compromiso con los demócratas.
En un mitin en Las Vegas el sábado, Trump reiteró su llamado a los republicanos de la Cámara de Representantes a rechazar cualquier legislación a menos que cumpla con todas las demandas del ala más dura del partido que él mismo dirige. Por favor, échenme la culpa porque están a punto de aprobar un proyecto de ley muy malo. ‘Prefiero no tener ningún proyecto de ley que tener uno malo’, dijo Trump en Las Vegas.
El expresidente, favorito para ganar la nominación presidencial republicana, ha dejado claro que quiere utilizar la cuestión de la inmigración para atacar a Biden antes de las elecciones de noviembre. Por su parte, Haley está tratando de posicionarse como una alternativa más plausible a Trump, encarnando el alma tradicional del partido incluso antes del ascenso del expresidente a la prominencia. Para ello, Haley está centrando sus esfuerzos en Carolina del Sur, donde fue gobernadora de 2011 a 2017 y donde espera dinamizar su candidatura.
Sin embargo, actualmente sólo posee el 25% de las intenciones de voto en el estado, mientras que Trump posee el 50%, según las últimas encuestas. Para intentar cerrar esa brecha, el candidato realizó dos mítines este fin de semana en Carolina del Sur, uno en la localidad de Mauldin el sábado y otro en Conway este domingo.