Por Johanna Hill y Angela Ellard, Directoras Generales Adjuntas de la OMC En apenas unas semanas, el mundo tendrá la oportunidad de hacer un aporte decisivo para apoyar un sector de gran importancia para la región y los pueblos de América Latina: el sector pesquero marítimo. Los 164 gobiernos miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMS) se reunirán en Abu Dabi del 26 al 29 de febrero para asistir a la 13ª Conferencia Ministerial de la OMC (MC13), cuyo objetivo es reducir las subvenciones a la pesca nocivas. La pesca emplea a más de dos millones de personas en las Américas, principalmente en América Latina y el Caribe.
Además, esta industria también es una importante fuente de alimentos: cada habitante de la región consume 10 kg de alimentos acuáticos al año. La región también ayuda a alimentar a la población mundial, proporcionando casi el 15% del pescado del mundo. Por lo tanto, la amenaza que representa la sobrepesca para las poblaciones de peces en todo el mundo es una preocupación real.
Se estima que al menos el 34% de las poblaciones de peces mundiales están sobreexplotadas, frente al 10% en 1974, lo que significa que las poblaciones de peces están siendo explotadas tan rápidamente que no pueden regenerarse. Como resultado, las capturas marítimas en América Latina y el Caribe se han reducido casi a la mitad, a 12 millones de toneladas en 2021, desde un máximo de 23 millones de toneladas en 1994. Muchos gobiernos de la región carecen de los recursos necesarios para proteger plenamente la vasta zona oceánica.
y las ricas aguas marinas dentro de su jurisdicción. Como resultado, las pesquerías de la región están amenazadas por la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) por parte de buques pesqueros extranjeros de aguas profundas. Sin embargo, todavía hay motivos para tener esperanza.
En 2022, los miembros de la OMC alcanzaron un acuerdo histórico sobre subsidios a la pesca, con un liderazgo significativo de América Latina. Pero nuestro trabajo aún no ha terminado. El acuerdo debe entrar en vigor, lo que requiere que dos tercios de los miembros de la OMC completen procedimientos formales para ratificar lo acordado para 2022.
Ya tenemos la mitad de las 110 ratificaciones necesarias y nuestro objetivo es lograr el objetivo final la próxima vez. el próximo mes CM13. A nivel regional, Belice, Chile, Cuba, Perú y Santa Lucía han aceptado oficialmente el acuerdo.
En las próximas semanas, cada aceptación adicional será crucial, y la contribución de América Latina podría ser crucial. Debemos enfatizar que el Acuerdo no limita el apoyo público a los pescadores artesanales de América Latina, que afecta a 1,8 millones de familias y sus comunidades. Establecer una flexibilidad importante para apoyar a estas comunidades vulnerables es parte de la segunda fase del trabajo de la OMC sobre subsidios a la pesca: la segunda ronda de negociaciones en curso tiene como objetivo desarrollar principios.
Las reglas adicionales sobre subsidios contribuyen a la sobrecapacidad y la sobrepesca. Nuestro objetivo es concluir estas negociaciones cuando los ministros de comercio de todo el mundo se reúnan el próximo mes. Seguramente se acerca un momento decisivo, y el liderazgo latinoamericano será necesario más que nunca para mejorar la salud de la vida marina en la región y en todo el mundo, al tiempo que garantiza los medios de vida de mujeres y hombres que dependen de la sostenibilidad del océano.