Los invitados recibieron una caja que contenía cuatro cuencos de barro, elaborados por la artista Dochy Santos y su hija María Alejandra. El vestido rojo violáceo intenso llamó la atención de quienes accedieron a la galería acristalada del Palacio de Cibeles para participar en la gala del Banco Popular: era estilizado y de movimientos gráciles, en ocasiones escondido tras un abanico rojo mientras los pliegues de su cola se agitaban y Cayó como si se derramara sangre, a pocos metros del estrado donde se encontraba la llama flamenca. A su alrededor, las pantallas mostraban imágenes del patrimonio de República Dominicana: el Fuerte Ozama, donde la gente tomaba fotografías; Catedral Mayor, Parque Colón, Basílica, Cascada El Limón, Alcázar de Colón, Bahía de las Águilas, diversas producciones taínas, una orquesta de guacamayas ripiao…
la amplia sala se convirtió en un paseo por los lugares más emblemáticos del país mientras se examina la cultura dominicana. LEA: El libro Aquí y Allá describe el sueño del inmigrante En el montaje de Larissa Amézquita todos los elementos decorativos están basados en libros del patrimonio nacional. Joyas de la cultura y la naturaleza dominicana, presentadas por el Banco Popular el año pasado.
Se entregaron publicaciones a los invitados especiales de la velada. La música también rinde homenaje a las raíces: comienza con el batido de sal de un clásico flamenco en vivo para amenizar el preludio de la cena y continúa en el escenario con la dulce voz de Laura Rivera, quien interpreta Marola, Soy el merengue, Te regala un rosa y Quisqueya la tierra de mi amor. El menú incluye tres platos: burrata de búfala, higos, tomates secos y brotes tiernos de bambú; Filete de ternera con patatas asadas, pétalos de tomate confitados y cebolla caramelizada con milhojas de chocolate, helado de vainilla y frutos rojos.
Christopher Paniagua, presidente ejecutivo del Banco Popular; y David Collado, Ministro de Turismo, pronunció el discurso de apertura de la velada.