Miami, Estados Unidos; 1 de febrero.- En medio de crecientes preocupaciones sobre la seguridad fronteriza y la política migratoria, el grupo Take Our Border Back ha surgido inesperada y ferozmente. El grupo, que cuenta con más de 1.600 seguidores en la plataforma Telegram y se autodenomina Ejército de Dios, ha organizado un convoy hacia la frontera sur de Estados Unidos, con puntos clave en San Ysidro, California; Eagle Pass, Texas, y Yuma, Arizona, llevaron a cabo diversas protestas y guardias fronterizos armados durante al menos dos semanas. El primer convoy salió de Virginia el 29 de enero.
Encabezado por camiones se dirigió a Eagle Pass, donde se espera que marchen mañana en protesta porque el grupo cree que la administración de Joe Biden no está controlando el control fronterizo con México. Los expertos creen que están armados y que su presencia podría ser mortal en determinadas circunstancias. El mismo día se llevarán a cabo protestas en las ciudades de San Ysidro y Yuma.
Lo han hecho, hay varios grupos. Son como el Inuteman de hace veinte años, son todos espectáculos, los he enfrentado en el pasado. Son racistas, todos sabemos que pueden ser peligrosos porque están armados.
Quieren asustar a la gente”, dijo Enrique Morones, director de la Fundación Gente Unida en San Diego, California, quien lleva años enfrentando este tipo de grupos antiinmigrantes. Aunque enfatizó que la protesta del sábado fue pacífica, la asociación del grupo con organizaciones como Oath Keepers, Three Percenters y Posse Comitatus, conocida por su postura de extrema derecha y vinculada a teorías de conspiración, ha generado preocupación entre los miembros del Congreso y los observadores. miedo de que las cosas se salgan de control.
Según Noel Roberts, uno de los organizadores, el grupo se coordinó con la comunidad y las autoridades a lo largo de la ruta para garantizar la seguridad de los participantes de la caravana y de los asistentes a la manifestación. Negó los informes de que el convoy planeaba alinear la frontera con México y confrontar directamente a los inmigrantes indocumentados, diciendo que el objetivo principal era enviar un mensaje al gobierno federal sobre la necesidad de garantizar la seguridad fronteriza y poner fin a actividades ilegales como el tráfico de drogas y personas. Si bien Morones enfatizó que grupos de este tipo ya no eran influyentes, advirtió que en otras protestas, según ellos, estas personas, con el pretexto de defender a Estados Unidos, dispararon hacia México y en un momento.
Ha habido una muerte mexicana al otro lado de la frontera. La organización ha recaudado importantes fondos para logística y ha recibido apoyo de figuras políticas como el representante federal Keith Self, republicano por Texas. el terreno