Washington.- Donald Trump llamó el lunes a los republicanos en el Congreso a oponerse a un acuerdo de 60 mil millones de dólares para Ucrania y una reforma para endurecer el sistema de inmigración estadounidense. Sólo un tonto, o un demócrata radical de izquierda, votaría por este terrible proyecto de ley fronterizo, que sólo otorga la autoridad para cerrar la frontera después de 5.000 paradas por día, cuando ya tenemos derecho a CERRAR LA FRONTERA YA, lo que hay que hacer, dijo. dijo en la red social La Verdad.
El presidente demócrata Joe Biden pidió a finales del año pasado al Congreso que aprobara un paquete legislativo que proporcionara financiación para Ucrania, Israel y la seguridad fronteriza con México. Los republicanos han condicionado el apoyo a una política de inmigración más dura. Según Biden, un grupo de senadores republicanos y demócratas negoció un acuerdo revelado el domingo que proporcionaría nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera entre Estados Unidos y México en caso de un colapso fronterizo.
Si se aprueba, las autoridades podrían restringir los cruces fronterizos si el número promedio diario de migrantes llega a 4.000 por semana, pero se verían obligadas a prohibirlos si superan el promedio de 5.000 por día -en el rango de un período de siete días consecutivos-. u 8.000.500 personas en un día, leemos el texto del acuerdo bipartidista. Queda por ver si el documento será aprobado por el Congreso en este año electoral, dada la oposición directa de la facción conservadora de ala dura leal a Trump, el candidato favorito del Partido Republicano en las elecciones presidenciales de noviembre.
No seas estúpido !!! “Necesitamos un proyecto de ley independiente sobre fronteras e inmigración”, dijo Trump en su mensaje, en el que exigió que no esté vinculado de ninguna manera a la ayuda exterior. Los demócratas han destrozado la inmigración y la frontera.
Deberían arreglarlo, añadió. Trump acusó a Biden de debilidad y de abrir la frontera a los inmigrantes, lo que los demócratas niegan. Dice que deportó a unas 460.000 personas en poco más de siete meses hasta finales de diciembre porque no cumplían con los requisitos de entrada.
El jefe republicano prometió la mayor deportación interna en la historia de Estados Unidos si regresa a la Casa Blanca porque cree que los inmigrantes están envenenando la sangre del país, comentarios que le han valido comparaciones con Adolf Hitler.
