Economicas

Francelys María Furcal

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Me sorprendió leer la noticia sobre el prófugo más buscado de República Dominicana, capturado en Madrid y pronto deportado a nuestro país.

Me sorprendió leer la noticia sobre el prófugo más buscado de República Dominicana, capturado en Madrid y pronto deportado a nuestro país. Digo sorprendido porque en la misma página hay un informe sobre un miembro del Congreso que envió 51.000 toneladas de cocaína a Estados Unidos, que ahora está en prisión, a quien creo que le corresponde este honor. Y, repito, digo honor porque no creo que una mujer, madre de tres hijos, trabajaba en una ferretería en el Ensanche Luperón y en una discusión se defendió de un jefe agresivo, que le dio una patada, deba figurar como dominicana.

El fugitivo más buscado de la República. Y no lo creo porque hace tiempo que somos conscientes de los abusos por parte de las instituciones asiáticas (los coreanos fueron igualmente brutales) del frenesí laboral en Dominica, tema sobre el cual hablé con algunos líderes de la AIRD. Fui testigo de este abuso en los salones donde me hacía las uñas y aprendí sobre los horarios y el pago que recibían las chicas.

Ahora voy a conocer al chico que dirige un lugar cubano y es un mundo diferente. También tengo información según la cual, en las zonas francas, las fábricas coreanas ponen salsa en todos los niveles para impedir que los trabajadores hablen, incluso si esto afecta su audición, sin mencionar que los supervisores abusan de las mujeres que trabajan allí, lo cual es una suerte. no incluye, como en los negocios dominicanos, el acoso sexual, las epidemias en hoteles, restaurantes y otros establecimientos.

Es una vieja historia arraigada en el racismo, como habrás escuchado, de asiáticos contra negros y negros, por eso, informa Mario Méndez (HOY): En cada chino que tiene un negocio en República Dominicana, el cliente que lo visita ve a una persona cerrada y sospechosa. Lo injusto, dice Mario, es que muchos de ellos tengan que soportar y beneficiarse de prácticas competitivas desleales… así como del incumplimiento de los estándares establecidos por sus competidores locales, especialmente en materia fiscal y laboral, sanitaria, medioambiental y de calidad.

asuntos. Y concluyó: El campo de juego debe ser nivelado para que todos los comerciantes puedan participar por igual o en un entorno que al menos parezca justo. Entonces, para volver a Francelys María, debemos darle un juicio justo y competente, es decir, uno que demuestre claramente que ningún supervisor, ya sea asiático o dominicano, tiene derecho a expulsar a los empleados, sin importar el nivel de discusión.

Si no permitimos que esto les suceda a los comerciantes dominicanos aquí, no tendremos que soportar esto por parte de los comerciantes asiáticos, incluso si ayudan a emplear a los más pobres y alimentar a los perros y gatos.

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