Washington. – Estados Unidos ha deportado una cifra récord de 530.000 inmigrantes ilegales en el país en casi 10 meses, dijo el jueves un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). El subsecretario de Política Fronteriza y Oficial de Inmigración del DHS, Blas Núñez-Neto, dijo que desde el 12 de mayo, cuando se levantó la emergencia sanitaria en la frontera, hemos repatriado a más de 530.000 personas, un récord en ese momento.
prensa. Añadió que la gran mayoría ha cruzado la frontera suroeste, incluidos más de 88.000 familiares. En mayo, la administración del presidente demócrata Joe Biden levantó una norma sanitaria que permitía detener en la frontera a casi todos los migrantes que llegaban sin los documentos necesarios para ingresar al país.
Le puede interesar: AMLO insta a Estados Unidos a mantenerse alejado de prácticas poco éticas de la DEA. Para contrarrestar esta suspensión, ha puesto en marcha canales legales que exigen a los inmigrantes concertar citas a través de una aplicación de teléfono móvil (CBP One) o completar trámites en los países por los que transitan, por ejemplo aprovechando permisos humanitarios y de reunificación familiar. Aquellos que intenten ingresar al país evitando estas rutas pueden ser deportados mediante repatriación acelerada.
“Seguimos imponiendo severas consecuencias en la frontera para quienes cruzan la frontera ilegalmente”, advirtió el funcionario. Los vuelos de deportación tienen destinos en más de 130 países. La inmigración es uno de los temas candentes de la campaña presidencial de noviembre, especialmente para Biden, a quien los republicanos acusan de permitir la entrada de un número récord de inmigrantes.
En diciembre pasado, las autoridades fronterizas detuvieron a migrantes y solicitantes de asilo 302.000 veces en la frontera con México. Estos vuelos podrían verse complicados por Venezuela, que ha amenazado con suspenderlos si el Gobierno estadounidense restablece en abril las sanciones a la industria petrolera que levantó en octubre, tras hacer lo mismo con la industria del oro. Washington ha advertido que volverá a imponer estas medidas si el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, sigue sin respetar el acuerdo alcanzado con la oposición.