Washington.- El secretario de Defensa, Lloyd Austin, fue hospitalizado ayer tras experimentar síntomas de un nuevo problema en la vejiga, anunció el diario Pentágono. En un comunicado, el Pentágono dijo que Austin fue transportado por su equipo de seguridad al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed alrededor de las 2:20 p.m. Conserva los deberes y funciones de su cargo, según el secretario de prensa del Pentágono, mayor general Pat Ryder, quien añadió que el subsecretario de Defensa ha sido informado y está listo para asumir las funciones de Austin si es necesario.
También se informó al presidente del Estado Mayor Conjunto, a la Casa Blanca y a varios miembros del Congreso. Ryder dijo que Austin llegó al hospital con los sistemas de comunicaciones clasificados y no clasificados necesarios para realizar su trabajo. Está previsto que Austin viaje a Bruselas el martes para asistir a una reunión del Grupo de Contacto de Ucrania, que estableció en 2022 para coordinar el apoyo militar a Kiev tras la invasión rusa.
Posteriormente, se espera que Austin asista a una reunión ordinaria de ministros de defensa de la OTAN. No está claro si esta hospitalización cambiará esos planes. Problemas de salud A Austin le diagnosticaron cáncer de próstata en diciembre y se sometió a un procedimiento llamado prostatectomía para recibir tratamiento el 22 de diciembre.
Durante la semana siguiente, desarrolló complicaciones y el 1 de enero, con mucho dolor, fue trasladado en ambulancia a Walter Reed, donde ingresó en la unidad de cuidados intensivos. Austin permaneció en Walter Reed hasta el 15 de enero. Luego continuó recuperándose y trabajando desde casa, regresando al Pentágono el 29 de enero.
Sus médicos dijeron anteriormente que su pronóstico de cáncer era bueno y que no necesitaba más tratamiento. Austin ha regresado a Walter Reed para seguimiento desde que fue hospitalizado, pero este fue su primer viaje no planificado debido a complicaciones continuas de su tratamiento contra el cáncer. Austin no informó al presidente Joe Biden, al Congreso ni a su subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, sobre su diagnóstico de cáncer ni sobre su primera hospitalización en semanas.
El secreto es objeto de una investigación del inspector general y de una revisión interna del Pentágono. Anteriormente dijo que nunca ordenó a su personal que mantuviera en secreto su hospitalización.