La majestuosa orquesta sinfónica, bajo la dirección del célebre director Carlos Bernina, acompañó al célebre cantante en la celebración del 30 aniversario de su carrera. Desde los primeros compases, el público se vio transportado a un mundo lleno de emociones y melodías inolvidables. La velada musical comienza a las 21.00 horas con Farandole y La donna è mobile, transmitiendo la emoción de La mia letizia infondere y la pasión de Me llama la primorosa, demostrando una vez más por qué está considerado uno de los mejores tenores de todos los tiempos.
También le puede interesar: Bocelli, el regreso de un ícono a República Dominicana En distintos momentos del evento, el público podrá apreciar las virtuosas actuaciones del flautista Andrea Griminelli. Czardas, O soave fanciulla y Brindisi cerraron la primera parte de la actuación de Bocelli, cautivando al público con sus armonías y virtuosismo vocal. Después de un descanso de 20 minutos y del inicio de la segunda parte de este magnífico concierto, llegó la oportunidad de la Orquesta Filarmónica y la Directora Bernina de brillar en solitario con el Medley de Leonard Bernstein.
El tenor volvió al escenario ataviado con una chaqueta amarilla, su último cambio de la velada; Anteriormente llevaba dos chaquetas negras y azules. En esta segunda parte llega a la apasionada Granada un repertorio de temas nostálgicos como Funiculì, Funiculà, vía Amapola. Bocelli también comparte con la artista pop invitada Carolina Rial, quien primero interpretó varias canciones en inglés e italiano y luego contribuyó con la voz en Vivo por Lei, una canción que popularizó con Martha Sánchez en su versión en español Vivo por ella.
El concierto culminó con Amapola y Bésame Mucho, una de las pocas canciones que cantó en español, y Canto della Terra, dejando al público extasiado y emocionado por esta experiencia única. Sin duda, el momento más emocionante de la velada fue cuando Bocelli presentó a un artista muy querido por mí, mencionando a su hijo Matteo Bocelli, quien lo acompañó en el escenario con Fall On Me. Con su poderosa voz y entrega apasionada, Andrea Bocelli una vez más se ganó los corazones de todos los presentes, dejando una huella imborrable en la historia de la música.
Cabe destacar la impecable dirección del director Carlo Bernini, quien con su batuta supo combinar magistralmente la potencia y la sutileza de la orquesta, creando un acompañamiento perfecto para la voz única de Bocelli. Cada movimiento de su batuta parecía darle vida a la música de una manera única y emotiva. El concierto finalizó con aplausos y vítores del público, quien se puso de pie para despedir a Bocelli en esta mágica noche producida por SD Concert, el empresario artístico Saymond Díaz.
bailarín Hay que destacar las destacadas actuaciones de las bailarinas Desi Jévon y Vanessa Nichole.