Parafraseando a Cabral, digamos que si nuestros políticos entendieran los beneficios de ser humildes, lo serían incluso si fuera solo por negocios, por una simple estrategia electoral. Y la negativa a aceptar el fracaso en cualquier proceso interno o externo es uno de los mayores errores de nuestra cultura política y de la mayoría de nuestros líderes. Las recientes elecciones municipales, por ejemplo.
Ahora resulta que los dos países del PLD olvidaron que en 2006 el mapa político se tiñó de morado; que en 2016 ganó las elecciones con un 66% y consiguió 29 senadores y 127 diputados, y ante tal avalancha, la reacción de la oposición de entonces es la acusación de querer instaurar una dictadura constitucional en el país. nación. Crea memoria.
Como en estos procesos, el tema ya no es de alguna dictadura constitucional o partidista sino del hecho comprobable de que cuando se conocen todas las respuestas, los electores cambiaron su pregunta a favor del PLD y la PFP. ¿Por qué el cambio de rumbo electoral del PLD? Esta es una pregunta que ambas organizaciones deben responder y responderse con franqueza, como el bolero de Consuelo Velázquez.
A nuestros políticos les resulta muy difícil aceptar su derrota. De ahí el tradicional intento actual de atacar la credibilidad de la ECC en cada proceso. Con tal comportamiento, el señor sólo ve el vaso medio vacío y pierde la oportunidad de verlo medio lleno.
El caso del PFP es el ejemplo más típico, pues aunque la primera lectura de los resultados municipales lo puso en una posición delicada respecto al PLD, todavía tenía la ventaja de ganar sólo 122.236 votos en las elecciones municipales. En 2020, ocurrió este fracaso. Por tanto, otra lectura, tomada con humildad, puede resultar triunfante y victoriosa: muy pocos partidos pueden presumir de haber aumentado su voto local en más de un 400% en sólo cuatro años.
Éxito. Sin embargo, según una cultura política que nunca admite ninguna derrota, el partido del Profesor Leonel prefiere justificar su relativamente débil voto acusando a un poder supuestamente omnipotente y se dice que la omnipotencia del Gobierno también impide que los partidarios del gobierno (sólo los partidarios del gobierno) ejerzan el poder. su derecho a fracasar.
votar. En definitiva, si saben que ser humilde es un buen negocio, lo serán aunque sea una estrategia empresarial o electoral. Lo siento.