El pesista San Lázaro de la Cruz ganó la medalla de plata, pero fue impopular en la Armada porque cuando los medios lo entrevistaron después de sus hazañas, dijo que vivía muy mal. La alegría de llevarle a República Dominicana su primera medalla en los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe le duró poco al pesista San Lázaro de la Cruz. El diminuto atleta oriundo de San Pedro de Macorís, principal meca de la halterofilia del país, levantó 85 kg en el envión, pero se rompió la muñeca izquierda en su primer intento en el envión y no pudiendo nunca seguir compitiendo.
Podría haberlo hecho mejor, pero me lastimé el brazo, dijo De la Cruz, quien tuvo que sacrificar bajar de 140 libras a 114 libras para llegar a la actual división de peso mosca, ahora desaparecido (52 kg). Pero ese no fue el único dolor que tuvo que soportar tras ganar la histórica medalla de plata. Pagó un alto precio por decir la verdad sobre el nivel en el que vivía un deportista muy competitivo como él, situación muy similar a la que enfrenta hoy (todavía tengo hambre en San Pedro de Macorís).
“Recuerdo que me entrevistaron y se me olvidó que era soldado, era de la Armada”, dice el hombre que entonces era soldado de la Armada Dominicana. ‘Me preguntaron cómo estaba y en una ocasión dije que no estaba bien, que estaba mal y era verdad, pero en la base las cosas iban muy mal y no me ascendieron, me dejaron’, dijo a Pelao. «, como suele decirse, destaca el legendario levantador de pesas, quien hace un tiempo se comió un cordero frente a su modesta casa en Sultana del Este.
Probablemente me hubieran nombrado cabo o sargento, pero no, no me ayudaron. Ninguna posibilidad. “Me apoyo en Dios, porque no fue mi intención hacerlo”, dijo De la Cruz, quien hace décadas que no forma parte de esta organización y quien, a sus 74 años, sobrevive con los tres salarios mínimos que recibe del Estado con el nombre Vieja Gloria, decía.
en el programa Parni (unos 33 mil pesos). Con emociones encontradas, se trata de cómo los medallistas de los XII Juegos fueron ascendidos en los distintos servicios militares y, como es habitual, en la policía nacional. Un momento interesante que vivió ocurrió la tarde de este domingo, cuando durante el entretiempo del partido de baloncesto entre Puerto Rico y República Dominicana en el Palacio de los Deportes, fue llevado a la cancha y recibió una gran ovación del público.
De la Cruz ganó posteriormente la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de 1975, celebrados en la Ciudad de México, y repitió la misma hazaña en la edición celebrada cuatro años después (1979) en San Juan, Puerto Rico. El año pasado fue nombrado Deportista del Año por el Comité Olímpico Dominicano y la Asociación de Escritores Deportivos de Santo Domingo. Con destacadas actuaciones a nivel nacional e internacional, en 2010 San Lázaro fue incluido en el Salón de la Fama de los Deportistas Petromacorisanos.
Sin embargo, la puerta al Salón de la Fama del Deporte Dominicano permaneció cerrada durante décadas en San Lázaro, incluso cuando otros levantadores de pesas que ganaron medallas de bronce en los Doce Juegos fueron exaltados.
