El 13 de junio de 1972, la vida cambió para siempre para Rubby Pérez, cuando apenas tenía 15 años. Un auto lo atropelló en Haina, rompiéndole la pierna derecha y sepultando su sueño de convertirse en beisbolista, como luego lo sería su hermano Neifi Pérez. Estuvo internado casi un año y fue allí donde la guitarra se convirtió en su nuevo palo y con este instrumento llevó alegría a sus pacientes y abrió la puerta a nuevos sueños.
Durante esos años también fue miembro del coro de la iglesia y en 1977 la música se convirtió en su nueva pasión y ha mantenido esa pasión hasta estos días cuando la Asociación Coral El Acroarte le entregará la Orden al Mérito en la entrega de premios Soberano. , el 12 de marzo en el Teatro Nacional Eduardo Brito. Recibió este premio por su talento y aporte al ritmo nacional, el merengue, en el que debutó en 1977 con la orquesta Los Pitágoras del Ritmo, en Haina.
Luego está su historia con Mayimbe Fernando Villalona: Me dijeron que buscaba cantante y me dijo que viniera a cantar, entonces me quedé en su grupo. Así inició en 1980 su andadura en el merengue, ritmo en el que se caracteriza por ser el más vocal. En ese momento, El Mayimbe buscaba un reemplazo para Raulín Rosendo y anunció en el programa de televisión El Show del Mediodía que buscaba a alguien que lo ayudara en el coro e fuera a una fiesta que organizaba esa noche en Esquina.
. Zona Caliente del Capital de Herrera, donde aparece Rubby Pérez. Fernando le pregunta si Marisela sabe merengue, él asiente y luego le pide que toque La Nuez.
Entonces el saxofonista Popo Cadena le dijo a Villalona que no siguiera buscando, que Rubby era su hombre para unirse al grupo musical, en el que empezó ganando 35 pesos por baile. Vi mucho talento en Rubby y cuando cantó esa noche supe que tenía que contratarlo, recordó décadas después Villalona, con quien grabó su primer merengue: Pato Roboo. Otro momento que marcó su vida fue cuando llegó al Madison Square Garden de Nueva York, acompañado por la Orquesta Villalona.
Le tocó cantar el clásico homenaje a Tatico Henríquez, que lo hizo famoso. Después de la orquesta de Villalona, Ruby pasó a Los Hijos del Rey y de allí a Wilfrido Vargas, en 1982. En 1983 interpretó El Africano y en 1984 Volveré.
El segundo es el favorito de mucha gente. A finales de 1982, Wilfrido le ofreció pagarle 100 dólares por baile y ella no dudó en abandonar Los Hijos del Rey. Permaneció en la banda de Wilfrido durante cinco años, grabando 22 canciones, entre ellas Para que no me Olvidadas, The Funny Man y The Official.
El intérprete de Sobreviviré asevera que en la orquesta de Wilfrido Vargas aprendió la disciplina y técnica necesaria para triunfar y convertirse en lo que hoy es. Era una universidad, un régimen militar. Hay que aprenderlo todo pase lo que pase y no se aceptan excusas…
Recuerdo que Wilfrido me decía a las tres de la mañana: – ‘Volveré’, después de terminar de cantar y le dije: – ‘Volveré’. atrás‘, me sangra la garganta’ y él solo respondió: ‘ese es tu problema, aquí no contrato gente enferma’… eso me obligó a ser disciplinado y tomar en serio su carrera, dijo en una entrevista periódica.
En 1986 inicia su andadura solista, año en el que publica su primer LP, Buscando Tus Besos, además del éxito de esta canción, se suman otros merengues inolvidables como Dame Veneno, Contigo, Ave de Paso, Color. . De rosa, Cobarde, Cobarde y Antonio tendieron la mano.
El reconocimiento de Acroarte alegra mucho al merenguero: Gracias de corazón, ayuda a los artistas a salir adelante. La carrera de Rubby Pérez alcanzó su apogeo en los años 80 y fue en 1989 cuando recibió su primera nominación al premio del Grupo Popular. Desde entonces, acumula más de 20 nominaciones y dos estatuillas que recibió en 2006 gracias al éxito que aportó a su discografía el artista merengue Perro ajeno, ocasión en la que también ganó como Orquesta del Año.