En su contra tiene la sugerencia de Estados Unidos de que se haga a un lado para llevar a cabo una transición política, y por el otro a las pandillas apostadas con sus armas automáticas en dos aeropuertos por si él decide volver a casa.
La víspera medios locales se hicieron eco de un mensaje enviado por el Departamento de Estado norteamericano en el que le pedía a Henry aceptar un nuevo gobierno de transición.
Un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional aseguró que la Casa Blanca “no estaba proporcionando ningún tipo de asistencia para ayudar al primer ministro a regresar a Haití”.
“Nuestro apoyo se centra en ayudar a la Policía Nacional de Haití a restablecer la seguridad, acelerar el despliegue de la misión de Mantenimiento de Seguridad y acelerar una transición pacífica del poder a través de elecciones libres y justas”, dijo esa autoridad sin que se mencionara nombre.
La embajadora estadounidense ante la Organización de Naciones Unidas, Linda Thomas Greefield confirmó que Estados Unidos está pidiendo a Ariel Henry que avance urgentemente en un proceso político para crear un consejo presidencial de transición que conduzca a la celebración de comicios.
En suelo haitiano, el partido político Despertar nacional por la soberanía de Haití presentó un documento para la salida de la crisis.
Rodaille Monday, portavoz de la agrupación opositora reivindicó la responsabilidad de todas las acciones de las bandas, a las que presentó como rebeldes contra el sistema actual.
Según el documento, citado por el diario digital Haití Libre, el Consejo de Transición estará compuesto por: Guy Philippe, como presidente,Durin Duret, juez del Tribunal de Apelación y Françoise Saint-Vil Villier representando el sector religioso.
La principal tarea del ente será garantizar la libre circulación de ciudadanos, bienes y servicios, y nombrar por consenso un primer ministro y un gabinete, y da como plazo para la transición 18 meses.
En las próximas horas es posible que otros partidos también den a conocer sus propuestas.
Mientras tanto, las pandillas siguen sobre las armas, uno de sus líderes Jimmy Chérizier, apodado Barbacoa, quien encabeza la coalición de bandas G-9, mantienen en pie su amenaza de llevar cabo una sangrienta guerra civil sí el primer ministro, Ariel Henry sigue en el poder.
«Si Ariel Henry no dimite, si la comunidad internacional sigue apoyándole, nos llevará directamente a una guerra civil que acabará en genocidio», dijo Chérizier que además expresó: “o Haití se convierte en un paraíso para todos nosotros, o en un infierno para todos nosotros».
Barbacoa responsabilizó de antemano a Estados Unidos, Canadá y Francia de todas las personas que mueran en Haití.