Punta Cana, La Altagracia. – Jefa de programas para América Latina de la Agencia Internacional de Energía, Alejandra Bernal Guzmán, afirma que la región tiene una oportunidad histórica para lograr el acceso universal y equitativo a la energía eléctrica, especialmente si consideramos que 16,2 millones de personas aún no tienen ese acceso. en la región Entiende que descarbonizar diferentes sectores de la economía es fundamental para lograr una transición energética rápida hacia 2030, lo que traerá una serie de beneficios a América Latina y el Caribe (ALC), que cuenta con más de un millón de empleos en el sector de las energías limpias.
Sin cambios significativos en la matriz energética y la expansión planificada, no se alcanzará el objetivo de cero emisiones netas para 2050. Esto incluye los sectores de energía, transporte, industria y construcción, dijo. Guzmán sostiene que es importante desarrollar marcos regulatorios que faciliten esta transición, ya que las inversiones deben aumentar un 2,5% hacia 2050, especialmente promoviendo las energías renovables, para alcanzar la meta del 70% en la matriz.
Es necesario mejorar la eficiencia energética y adoptar políticas para reducir la demanda de energía convencional (fuentes fósiles). Además de desarrollar tecnologías emergentes como el hidrógeno verde y sistemas de almacenamiento, afirmó el experto. En cuanto al hidrógeno verde, aún no se ha desarrollado a nivel nacional.
Desde 2020, las autoridades dominicanas han celebrado acuerdos de entendimiento con diversos organismos multilaterales para su implementación. Sin embargo, las iniciativas de inversión y su implementación en la economía local aún no han dado resultados. En materia de sistemas de almacenamiento, fuente alternativa de energía y compensadores de cambios en la producción y la demanda, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha implementado un proyecto en suelo dominicano.
Sin embargo, señaló claramente que es necesario que exista un marco legal adecuado a la realidad del mercado eléctrico. Entre los obstáculos que impiden la implementación de tecnologías de almacenamiento de energía, destaco: la falta de definiciones claras, sistemas inadecuados de fijación de precios y fijación de precios y la falta de mercados para servicios auxiliares.