Sería sumamente ingenuo pensar que el presidente Luis Abinader no fue informado de todas las desavenencias y discordias que suceden al interior del Comité Olímpico Dominicano, en perjuicio del país, esto paga impuestos para que el órgano rector del Olimpismo, hoy vergüenza nacional, trabaje en beneficio de nuestros atletas, respetando los principios que el Olimpismo le rige. Sé de fuente confiable que el señor Felipe Vicini, quien a través de CRESO ha hecho un aporte invaluable para nuestros deportistas, estaba muy preocupado, porque algunos empresarios a quienes promovió promovieron el miedo en el deporte como su marca, alineándose con una organización. como el Comité Olímpico Dominicano, con fuerte presencia mediática, emitiendo una crítica que irradia odio y rencor hasta el punto de resultar insoportable.
El país está harto de las tonterías del COD. Los empresarios ya están molestos por los absurdos y errores de estos dirigentes olímpicos que, salvo algunas excepciones, están avergonzando al Movimiento Deportivo Nacional. La reputación del Comité Olímpico Dominicano se ha ido al carajo.
Juan Ulises García Saleta, Wiche, Roque Napoleón-Polón-Muñoz, Nelly Manuel Doñe, Carlos Lamarche Rey, José Manuel Ramos Brea, – Jocelin- Danilo Aquino y otros olímpicos fallecidos, seguramente se quejan desde afuera afuera, con la misma frase que Simón Bolívar declaró su inmenso dolor e impotencia: “Aramos el mar”. Creo que el caos del COD es irreversible, no sólo por la capacidad maliciosa que han desarrollado algunos de sus miembros sino también por las ineficiencias que observamos dentro de la organización. Por ejemplo, ninguno de los candidatos a la presidencia del COD ha actuado con responsabilidad para resolver el caso de las cinco federaciones suspendidas: bádminton, pentatlón moderno, esgrima, surf y tiro, a pesar de saber que lo que estaba por suceder era un levantamiento sindical y cuando Cuando se convocaron elecciones, prefirieron esperar a encontrar un presidente que cumpliera sus deseos.
Todo esto se refleja en la contienda por la presidencia del COD. Qué vergüenza Con la entrada al COD de Miguel Camacho, Rubén Tejeda, Pedro Julio Quezada y Miguel-Nino-Rivera, en sustitución de los que dimitieron: José Manuel Ramos, Radhamés Tavárez, Juan Núñez y Francisco Soto, la crisis se agudizará más y acabó en el escritorio de Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional. Basta parafrasear a Cicerón en su Catilinaria: “¿Hasta cuándo los señores del Olimpo abusarán de nuestra paciencia?
¿Hasta cuándo durará esta locura y burla vuestra? ¿Cuándo terminará esta audacia desenfrenada?
