La Oficina para la Educación Católica Internacional (OIEC) expresó ayer su preocupación por los desafíos sin precedentes que enfrenta la comunidad educativa de Haití, debido a la crisis sociopolítica que allí se vive, por lo que expresó su oración apoyo a profesores, estudiantes, padres y personal educativo haitianos. En un documento firmado por Hervé Lecomte, secretario general de la OIEC, calificaron de inaceptable la situación en Haití, que aseguraron debe terminar para permitir la vida, la fraternidad y el compartir. La situación en Haití ha sido trágica durante muchos años.
Sin embargo, las cosas parecen estar acelerándose, lo que hace temer lo peor. El alto funcionario de la OIEC afirmó que como un vicio, los acontecimientos se están apretando para estrangular a las personas, especialmente a las más vulnerables. Puede leer: Salcedo: el gobierno no dedicará recursos a la salud de las víctimas de la tragedia Explicó que la esperanza de tiempos mejores en Haití había abandonado los corazones de la gente a medida que las bandas armadas expandían su influencia en barrios enteros, matando, robando, saqueando, mutilando y violando.
La libre circulación ya no es posible. La medida supone un riesgo potencialmente mortal (secuestros, tiroteos, controles de carreteras, ejecuciones sumarias, etc.). Hervé Lecomte describió con horror cómo el combustible y los bienes esenciales, los alimentos, los medicamentos y la ayuda de emergencia ya no podían fluir con normalidad.
Destacó que el aumento exorbitante y repentino de los precios de los combustibles desde septiembre de 2022 ha provocado una inflación extraordinaria, un aumento del tráfico y, en consecuencia, de las actividades de las bandas criminales. Esta situación ha dado lugar al movimiento “salvemos a quien podamos”, provocando una auténtica hemorragia de recursos humanos del país, dejando atrás a los más vulnerables. El documento muestra que a los haitianos les resulta cada vez más difícil alimentarse o incluso acceder a agua potable, lo que los pone en riesgo de contraer enfermedades.
La OIEC subraya que la inseguridad que impera en Haití ha obligado a cerrar las escuelas durante varios días, semanas o incluso meses y, sobre todo, ahora las bandas se han unido para atacar todas las instituciones del Estado, en nombre de la revolución, contra el Gobierno, pero también contra el policía, provocando una espiral de violencia, muerte, incendios y destrucción. La agencia educativa con sede en Roma lamenta que figuras como monseñor Pierre-André Dumas, que se disponía a proponer un plan para poner fin a la crisis, hayan sido víctimas de un ataque en su domicilio que le provocó graves quemaduras. La gente vive con ansiedad cuando tiene que viajar, ir al banco o hacer compras.
La OIEC reveló que bandidos han llevado a cabo una serie de ataques coordinados en los últimos días, atacando incluso el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe y derribando un avión. Aseguran que en medio de toda esta agitación, las escuelas dirigidas por comunidades religiosas seguirán luchando por ser lugares de esperanza para los jóvenes.
